LITERATURA

Enero 2009: «Cielo nocturno», de Soledad Puértolas.

Título: Cielo Nocturno.

Autora: Soledad Puértolas.

«Llega un día en que me pregunto qué hacer con el pasado,
que cada vez es más lejano y, por tanto, cada vez me reconozco menos en él»

 


 

El tiempo que pasa nos deja algunas huellas imborrables; los episodios de la infancia, la adolescencia y la primera juventud -luego vienen muchas otras- nos marcan para siempre muchos de los comportamientos que en la vida adulta mostramos al mundo, como heridas abiertas que son difíciles de cerrar. Algunos optan por no mirar el tiempo pasado y seguir hacia delante buscando señales en el cielo que le ayuden a dirigir sus pasos; otros sí miran hacia atrás y buscan esas mismas señales en el cielo nocturno del pasado.

Y así nos muestra este magnífico libro Soledad Puértolas, como una mirada, desde la mujer madura, hacia su infancia, 12 años en un colegio de monjas de la ciudad de Zaragoza, y a su época en la universidad, llena de conflictos internos y externos, con una agitada lucha estudiantil; curiosamente descrita con más detalle la primera etapa infantil que la segunda universitaria.

En todo ese proceso se mantiene el conflicto entre el mundo y el yo íntimo, la necesidad de libertad personal y la búsqueda constante de señales -en el cielo estrellado- que la guíen, las mismas señales buscadas en la madurez en el fondo azul oscuro del pasado. Lugares como Donosita, Iruñea y Zaragoza son recorridos a lo largo del texto y de la vida de la protagonista, así como las relaciones de ésta con la familia Moraleda, familia de peso que ofrece el contexto moral y social de la época. Cielo nocturno es un libro escrito con la elegancia, la rica y sutil manera a la que esta autora ya nos tiene acostumbrados.

 

 

Soledad Puértolas nace en Zaragoza, el 3 de febrero de 1947. A los catorce años se traslada, con su familia a Madrid. Estudió Periodismo y Ciencias Políticas. Después de casarse, pasa una temporada en Tronheim, Noruega, y unos años en Santa Bárbara, California. De regreso a Madrid, empieza a darse a conocer como escritora en 1979, cuando obtiene el Premio Sésamo con El Bandido doblemente armado. Está casada y tiene dos hijos. Reside en Pozuelo de Alarcón, Madrid.

En el 1989, ganó el premio Planeta con Queda la noche. En el 1993, fue recompensada del premio Anagrama de Ensayo con La vida oculta. En el 2000, fue galardonada del premio NH del mejor libro de relatos con Adiós a las novias. En el 2001, obtuvo el premio Glauka 2001 en reconocimiento a su obra literaria y a su trayectoria intelectual y personal en el ámbito de la cultura. En el 2003, recibió el Premio de las Letras Aragonesas 2003. Con este Premio, Aragón celebra a una autora «consagrada» y «netamente aragonesa». A partir de 2006 y hasta 2012, forma parte del Patronato del Instituto Cervantes.

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