LITERATURA

Febrero 2009: Oásis prohibido, de Manuel Senra.

Título: Oásis prohibido.

Autor: Manuel Senra.

«»Nada está aquí porque nace de pronto.
Las cosas son porque la luz las nombra.»

Del poema «Lo que el olmo no sabe», de Manuel Senra.

 

 

Los recuerdos son ese lento paseo que da la soledad por el tiempo pasado hasta llegar a la infancia más lejana, un largo camino que iniciamos cuando empieza, de pronto, a atisbarse esa delgada línea -tiempo varado contra el azul del cielo-, que es nuestro horizonte. Oasis prohibido es un profundo poemario escrito por Manuel Senra desde su madurez y desde sus recuerdos; sus recuerdos evocadores de una niñez que no debió de ser sencilla, sino más bien difícil, oscura, sombría y llena de incertidumbres; y su madurez como la reflexión que lo empuja a encontrarse en sus versos, en toda la dimensión del hombre que se mira a si mismo y plasma lo que ve en su interior con su poesía, de una lírica realmente evocadora.

Oasis prohibido está dividido en dos partes. Una primera parte compuesta por doce poemas -sin títulos, simplemente numerados- donde habla de su infancia como la fragua del hombre futuro y su futura poesía -«aquella infancia sin apenas música / fue en cambio el nido en que guardé mis versos.»-, o aparece la terrible duda, el miedo al ocaso del día, a la aparición de la noche como muerte pasajera y la esperanza de llegar a un nuevo día -«Hasta del sol me quedaba la duda / si con su muerte ya definitiva / volvería a encender luz en mis ojos»-, o la urgencia de ser hombre cuanto antes, como la única manera de huir de la niñez y su incertidumbre. La segunda parte, también compuesta por doce poemas -todos titulados, en esta ocasión- nos habla de la construcción del recuerdo como el regreso, como un recuento del tiempo y de sus sueños, aunque no olvida, sino insiste, en la importancia de la luz como un triunfo cotidiano -«en mí la luz es vida»-, y tras el reconocimiento de su propio origen, la incertidumbre se traslada al futuro -«Ya sé mi origen, ¿y ahora adónde voy?»-, o la muerte a la pérdida de la memoria que invade al hombre cuando «deja ya de mirarse».

Realmente, amigos, su lectura es muy recomendable.

 

 

Manuel Senra nace en Arcos de la Frontera (Cádiz) aunque actualmente reside en Sevilla, donde trabaja como columnista y asesor literario. Ha obtenido numerosos premios; Alhoja de Oro (Sevilla, 2006), Semana Santa de Cádiz (Jerez, 1997); La Bella Quiteria (Albacete, 2000); Juegos Florales de Sevilla (1997). El 2º de Alfambra (Teruel 2007). Los terceros de Alcandora (Albacete, 2005), Cervera de los Montes (Toledo, 2007) y el Bustarviejo (Madrid, 1991). Y finalista en Poesía Digital (2007), así como varias menciones de honor, y seleccionado en distintas antologías.

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