VINOS

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Para saber cuándo debe comenzar la vendimia, los científicos «preguntan» directamente a las uvas cuál es su grado de azúcar. El procedimiento habitual es un análisis químico, un trabajo a menudo largo y tedioso. Ahora, sin embargo, investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado una técnica para estimar la composición y variedad de las uvas mediante la visión de sus imágenes por ordenador, además de proponer un índice para conocer el grado de madurez de las semillas sin realizar análisis químicos.

El método consiste en introducir estos frutos o sus semillas en una cabina de iluminación controlada. Después, mediante visión por ordenador se identifican sus colores exactos de acuerdo a los estándares de la Comisión Internacional de Iluminación, además de sus características morfológicas como la longitud, la anchura y la esfericidad. Finalmente, con un software desarrollado por los propios investigadores se puede reconocer la variedad de las muestras al compararlas con una base de imágenes preestablecida..

El estudio, que publica la revista Computers and Electronics in Agriculture, se ha validado con éxito en viñas con la denominación de origen Condado de Huelva. La máquina es capaz de diferenciar si una uva es de la variedad tempranillo, syrah o la autóctona zalema.

«La ventaja de esta técnica es que facilita una inspección y control de calidad rápido y automatizado, además de un seguimiento objetivo del proceso de maduración», explica Francisco J. Heredia, uno de los autores y coordinador del Grupo Color y Calidad de Alimentos de la Universidad de Sevilla. El investigador también destaca que han ideado un «índice de pardeamiento» para las semillas, un parámetro que estima su grado de maduración independientemente de la variedad y el año de la cosecha, «solo con los datos que facilitan las imágenes».

Noticia extraída de la revista Acenología.

FOTOGRAFIAR LAS UVAS PARA CONOCER SU MADUREZ
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