GASTRONOMÍA

Taberna del mes: Marzo 2015. «El Niño de la Casera». (Villanueva del Ariscal – Sevilla).

Quizás uno de los rincones «mostovitas» del Aljarafe sevillano que se ha convertido en un claro ejemplo de la pujanza y la buena salud que está demostrando durante estos últimos años este vino joven que es el Mosto, sea esta taberna conocida y llamada «El niño de la Casera» en la vitivinícola localidad de Villanueva del Ariscal (Sevilla).

Villanueva del Ariscal fue una típica villa romana, donde se cultivaba principalmente la triada mediterránea, es decir el olivo, los cereales y la vid. En época árabe se convertió en una alquería, conocida con el nombre de Talastar. Pero habrá que esperar al año 1253 para conocer el primer documento escrito como testimonio de Villanueva, documento por el que el rey Alfonso X El Sabio dona a Don Pelay Pérez, maestre de la Orden de Santiago, y a su Orden la aldea de «Villanueva de Aliscar» con todas sus pertenencias, salvo los molinos de aceite que se reservaba el rey.

Hoy en día, Villanueva del Ariscal es un bonito pueblo sevillano que se encuentra en la denominada Ruta del Mosto y que junto con Umbrete y Espartinas forma parte del triángulo mas activo en la elaboración de este filantrópico vino.

Durante este mes de marzo, antes de que entre la primavera, todavía es posible degustar en los pueblos del Aljarafe su mosto, por ello queremos recomendaros para este mes, este singular lugar que es la Bodega de El Niño de la Casera, donde la bebida mas solicitada y consumida es el Mosto.

Un mosto que elaboran ellos mismos mediante el alquiler de una parcela de viñas de la variedad garrido fino a la bodega Góngora también de Villanueva del Ariscal. Un mosto que fermenta durante unos 40 días aproximadamente en unos 52 bocoyes instalados en esta taberna.

Bueno a El Niño de la Casera, le estamos llamando taberna desde un principio, porque nos parece que es un establecimiento lo mas parecido a este nombre, pero en realidad es un lugar que para empezar no tiene en la puerta ninguna señal que indique que sea un bar, una tasca, una bodega o una taberna. Nosotros tan sólo sabemos, en toda Sevilla, de otro sitio como este, es decir que no este señalizado en su fachada, y además hace poco que se cerró por jubilación de su dueño y era muy conocido en la capital por el nombre de «Pepe el muerto». Así que ahora solo nos queda con esta particularidad de no estar señalizado «El Niño de la Casera».

Juan Manuel y José Antonio son sus propietarios, un negocio totalmente familiar que pusieron en marcha en el año 2011, ellos procedian del sector de la construcción pero que con eso de la crisis tuvieron que reconvertirse y elegir el tradicional y porque no decirlo, atractivo oficio de bodegueros y taberneros, todo un acierto, al decir, por los éxitos que estan cosechando, pues en la actualidad cuentan con una muy numerosa clientela.

El Niño de la Casera, debe su nombre a que su madre fue en tiempos casera de una finca de la zona, así que no puede ser un nombre mas sencillo, pero a la vez mas descriptivo. Sin duda un lugar con mucho encanto, un amplio espacio a la entrada, rodeado de bocoyes cargaditos de mosto y algunos de ellos con «sentencias» escritas en tiza que dicen cosas tan simpáticas como: «Si el agua destroza los caminos ¿ Qué no hará en los intestinos? Hombre no beba agua, bebe vino». De uno de esos bocoyes se extrae el mosto tanto para el consumo en el interior de la taberna, como para su venta al exterior.

En este confortable espacio se encuentran también diversas mesas y sillas para la comodidad de sus clientes a la hora de degustar su mosto y sus excelentes platos y guisos caseros. De esta especie de salón se puede pasar a un patio cubierto con toldo y con disitintas mesas y sillas donde además de beber y comer se puede fumar, pero sobre todo un patio que para los días templados es una auténtica maravilla. Y desde el patio se accede a un tercer espacio, reservado, una especie de «sacristia mostovita» decorada en sus paredes con aperos antiguos del campo y una andana de bocoyes en uno de sus frontales, en el centro varias mesas y sillas, un lugar de recogimiento, un sitio tranquilo y comodo, muy apropiado para reuniones de amigos o de familias numerosas, eso sí, hay que reservarlo con antelación.

El Niño de la Casera, esta triunfando no solo por la amabilidad de sus propietarios, algo que ya de por si es importante, sino y sobre todo por la calidad de lo que ofrecen. Un mosto, que el de este año se ha mostrado muy afrutado, suave, fresco, aromático y equilibrado, un mosto muy, pero que muy agradable.

Y unos platos y guisos de bandera, todos caseros, muy armoniosos y condimentados, cuentan para ello con otro de los espacios dedicados a la cocina y en el que por encargo también preparan todo tipo de arroces, entre ellos hacen uno con perdiz realmente clamoroso.

Entre su oferta culinaria destaca el menudo, muy sabroso y bien hecho, las croquetas caseras, las pavias, tortilla de bacalao, tienen unas deliciosas espinacas con las especies justas y muy bien ensambladas, contundente es su guiso de garbanzos con chorizo, la caldereta es otra de sus especialidades, así como el revuelto de niscalos y setas, algo mas recurrente es el chipiron plancha y su solomillo al whisky o a la plancha y por supuesto una chacina variada y unas extraordinarias aceitunas del Aljarafe. Todo regado con su correspondiente jarrita de mosto o si se prefiere con la siempre socorrida cervecita cruzcampo.

Dirección: C/ Santo Domingo, 2 – 41808 – Villanueva del Ariscal (Sevilla). Tel: 658 795 913 / 618 307 003.

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