GASTRONOMÍA

Taberna del mes: Mayo 2015. Bar La Candelaria. (Sevilla).

Muy cerca de la confluencia de lo que en la Sevilla romana fueron sus calles principales; el Cardo Máximo (Se trata de una calle con orientación norte-sur). El Cardo Máximo de la antigua Híspalis tiene una correspondencia aproximada con la actual calle Alhóndiga hasta la Catedral) y el Decumano Máximo que transcurría de este a oeste desde la actual iglesia de San Esteban en la calle Águilas hasta la plaza del Salvador. En esta zona de confluencia se encontraba en época imperial, el foro romano, termas, edificaciones publicas y mercados. Y en esta zona se encuentra actualmente uno de los bares con mas enjundia de Sevilla: Bar La Candelaria, aunque sus vecinos y clientes le llaman «El Candelaria».

Desde luego, en masculino o en femenino, un nombre muy apropiado pues enfrente se encuentra la iglesia de San Nicolas de Bari, en cuya capilla Sacramental reside la Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Santísima de la Candelaria y Nuestra Señora del Subterráneo. La cual fue fundada por feligreses de la propia parroquia de San Nicolás en 1922.  Está muy relacionada esta cofradía con la comunidad Canaria en Sevilla, pues la Virgen de la Candelaria es la patrona de las Islas Canarias.

Aunque la leyenda cuenta que la Iglesia de San Nicolás se levanta donde había una cueva romana en la que habitaba un demonio, lo cierto y verdad es que es un templo levantado tras la conquista de la ciudad por Fernando III de Castilla en 1248. El primitivo templo se cree que debió de ser de estilo gótico-mudéjar, se reconstruyó en el siglo XVI y se volvió a reconstruir en el siglo XVIII, bendiciéndose en 1758.

Bar La Candelaria esta regentado actualmente por dos hermanos; Antonio y Santiago Martinez, nacidos en el también sevillano barrio de El Plantinal. Antonio se hace cargo de la barra y Santiago de la cocina. Lo fundaron en el año 1991, y por lo que nos cuenta Antonio anteriormente fue una zapateria, antes una tienda de máquinas de coser y al parecer también fue una panadería.

Son pues ya cerca de 25 años al pie del negocio, muchos años de experiencia que además ya venian reforzados porque Santiago había trabajado en la otrora conocida «La Trocha» y en el bar de Las Rías Gallegas. De cualquier forma Santiago nos puntualiza que a él lo enseño a cocinar Francisco Paguillo, el que fuera destacada figura del Ballet Nacional español y sobre todo su madre.

Antonio y Santiago, dos auténticos profesionales, que han sabido darle un toque especial a este rincón tabernario de Sevilla, hermanos de la Esperanza de Triana y béticos, eso tiene esta dual ciudad o se es del la Trianera o se es de la Macarena, o se es del Sevilla o se es del Betis.

Bar La Candelaría un rincón también cofrade, y así esta profusamente decorado en una de sus paredes, llena de fotografías y cuadros de distintas virgenes y cristos que procesionan en la Semana Santa sevillana. Además Santigo fue uno de los fundadores de la conocida y popular banda de música; la de las Tres Caidas.

Otra de las singularidades de este rincón tan sevillanísimo es que cuentan con el mayor número de marcas de aguardientes y anises de todos los bares de Sevilla, sobre todos los elaborados por destilerias andaluzas, entre ellas, como no, las de la provincia de Sevilla, como los Hermanos de Carmona, La Violetera de Constantina, la Flor de Utrera o Rigo de Fuentes de Andalucía. Aguardientes que no estan como mera decoración del local, sino que se pueden consumir, si el cliente así lo desea.

Pero sin duda alguna su mayor singularidad son sus tapas y sus guisos caseros, elaborados por Santiago. En las tapas destaca su suave y deliciosa ensaladilla rusa, sus equilibrados boquerones en vinagre, un aliño de langostinos muy sabroso, al igual que sus pimientos asados, o sus zanahorias aliñadas, todos ellos también se sirven en medias raciones.

También ofrecen diferentes «montaditos» como el de capote de melva, la carne mechá, el de chorizo picante, la morcilla de higado o el de Pringá. En su pizarra donde se encuentra la relación de tapas y montaditos y sus correspondientes precios, destaca el apartado de los montaditos especiales, como el de La Casa compuesto de jamón serrano, queso y palometa, el Pilatos de de carne mechada y roquefort o el denominado Candelario de jamón y roquefort. Que buen invento esto de los montaditos, mi opinión es que en vez de tantas hamburguesas  y comidas rápidas de las grandes cadenas, deberiamos acostumbrar a nuestros hijos y nietos a consumir este tipo de tapas que es tan nuestro.

Sus guisos caseros son herencia de la cocina tradicional sevillana como el cocido de calabazas y habichuelas, las espinacas con garbanzos, realmente deliciosas; la carne con tomate, pero carne magra que es la mas apropiada para este guiso y un plato que aunque de origen manchego esta tan integrado entre nosotros que parece sevillano; el Pisto.

Todo ello regado, si se desea, con buenos vinos riojanos, aunque también sería de agradecer que en su carta pudieramos ver algunos de los grandes tintos y blancos que en estos ultimos años se están elaborando en la provincia de Sevilla, como Colonias de Galeón y La Margarita de la Sierra Norte, González Palacios en Lebrija o Salado en Umbrete. Bueno es un consuelo saber que cuenta con el blanco Señorío de Heliche y con distintos vinos generosos del marco de Jerez. Y por supuesto con la refrescante, como dice mi cuñaó americano, «criuzcampo».

Precisamente una de las anécdotas que nos conto Antonio, de las cientos de ellas que les han ocurrido en estos casi 25 años de existencia del bar, esta relacionada con una fuente de barro llena de espinacas con garbanzos, que un domingo de Ramos desaparecio del mostrador donde estaba preparada para ser servida a los clientes. La robaron? o sencillamente se la llevó el fantasma que según el investigador y experto en temas paranormales José Manuel García Bautista pulula por la zona de la calle Muñoz y Pabón donde se encuentra el Bar La Candelaría.

Fantasmas a parte, para los espíritus terrenales como nosotros, es muy recomendable visitar y disfrutar de las delicias culinarias de este ricón tabernario que es el Bar La Candelaría. Es un lugar muy confortable con una una barra que forma una línea quebrada, que facilita entre otras cosas la comunicación entre los clientes, y un amplio espacio donde se encuentran varias mesas y sillas para degustar sus productos con mayor tranquilidad y confortabilidad.

Un lugar donde es fácil la tertulia con sus propietarios y parroquianos, entre ellos algunos muy conocidos como Manuel Salinas, famoso y pionero pintor de la abstracción andaluza; el periodista y escritor Carlos Navarro, o José Carlos Jaén psicólogo del mundo de los deportes. Un lugar donde con una cervecita o copa de vino en la mano se puede hablar de lo divino y lo humano.

Bar La Candelaría, aunque es nuestra recomendación para este mes de mayo, sin duda alguna, puede y debe ser visitado en cualquier época del año, tomar su correspondiente tapita y después visitar la parroquía de San Nicolás en su interior además de una arquitectura espectacular y una decoración en lo fundamental barroca, no se puede dejar de admirar  la soberbia escultura del titular de la iglesia, realizada por Francisco Antonio Gijón en el año 1678 y la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud, atribuida a Francisco de Ocampo.

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