GASTRONOMÍA

Agosto 2009: Bodega La Viña.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Calle Feria-San Juan de la Palma.
Calle Aposentadores, 5. 41002 Sevilla.
 

Desde nuestra última visita.

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina: 

Servicio:

Tapa destacada: Mejillones en escabeche.

Otras tapas: Conservas.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Como bien ilustra la fotografía que acompaña a este comentario, el lugar ocupado en la actualidad por la Bodega La Viña, en la calle Aposentadores, fue desde principios desde finales del Siglo XIX, bar, bodega y despacho de vinos. Es curioso observar como en la clientela de entonces predominaban los militares de baja graduación y probablemente el propietario (el señor que está dentro de la barra con uniforme oscuro) también fuese militar. Hoy la Bodega La Viña está regentada desde 1987, por Manolo el de la Viña, como le conocen sus parroquianos, aunque su nombre es Juan Manuel Hernández Rico y tiene en su haber un diploma acreditativo de la Cruzcampo que le nombra «Maestro tirador de cañas».

Ya no queda rastro de la bodega que fue, ni tampoco se venden vinos. Pero la Bodega La Viña tiene un tesoro escondido para los amantes de la cerveza en Sevilla.
La Bodega La Viña está en terreno de nadie. Está situada al final de la calle Feria, casi lindando con San Juan de la Palma y está a mitad de camino entre el centro y la Macarena. A pesar de la dura competencia que soporta con Casa Vizcaíno, a tiro de piedra de La Viña y mejor situada que esta, su fiel clientela no le abandona nunca y le permite seguir existiendo. Una vez que entras te llama la atención un cuadro alegórico que unos fieles parroquianos le regalaron a su propietario con motivo de su vigésimo aniversario, en Septiembre de 2007. «Esta si es la Viña del Señor» reza con sentido del humor el óleo. Que la cerveza de la Viña es excelente lo demuestra el diploma concedido en 2004 por la CruzCampo al considerarlo como uno de los bares de Sevilla donde mejor se tira la «caña perfecta».

En la Bodega La Viña no hay tapas, o al menos no las hay en el sentido de considerarlo un bar de tapas. Sólo por beber su extraordinaria cerveza hay que entrar en él. Y junto a la cerveza, no puede faltar, como en cualquier taberna que se precie, los célebres y solicitados altramuces (chochos en el argot sevillano). También sirven en lata unos excelentes mejillones en escabeche. Ricos en proteínas, fibra, y ácidos grasos omega 3 y omega 6, la primera referencia a los altramuces es en el Egipto del siglo VI a.d.C., utilizándose como cultivo alternativo para descansar las tierras, como alimento para los hombres y el ganado, por parte de los egipcios y con efectos medicinales para restituir el apetito y curar las lombrices (Dioscórides), desarrollándose su cultivo y consumo durante la época de Al-Andalus, utilizándose incluso como harina.

El local no es nada del otro mundo; desaliñado, poco acogedor, decorado con poco gusto e incluso un poco incomodo a consecuencia de la existencia de una columna que divide la barra en dos y que lo hace parecer más pequeño de lo que en realidad es. Pero todo eso no importa; a La Viña se va a beber una buena cerveza Cruz Campo y a charlar animadamente entre amigos. Eso fue lo que hicimos un día de mayo de 2008 que coincidiendo con la Feria del Libro de Sevilla, nos tomamos unas cervezas con nuestro amigo Francisco Vélez Nieto.

 

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