GASTRONOMÍA

Enero 2009: Casa Santos.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Centro histórico.
Calle Fernán Caballero, 20-22. 41001-Sevilla.

Desde nuestra última visita. 

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina: No tiene

Servicio:

Tapa destacada: Jamón ibérico

Otras tapas: Conservas y chacinas ibéricas

  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Casi escondido entre callejas del centro urbano de Sevilla, desapercibido para muchos sevillanos, Casa Santos es uno de esos establecimientos, mitad bar-mitad tienda, que todavía sobrevive al paso del tiempo. Como no podía ser de otra manera, el origen de este negocio está en el afán aventurero de los numerosos montañeses que arribaron a Sevilla a principios del Siglo XX al calor y el reclamo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Sevilla y su gastronomía deben mucho a estas personas que un buen día pusieron rumbo a nuestra ciudad en busca del sustento familiar. Algunos están muy reconocidos como le ocurre a la Flor del Toranzo, o a Casa Moreno, pero otros son grandes desconocidos para la inmensa mayoría de los sevillanos, como es el caso de Casa Santos.

Localizado en la calle Fernán Caballero 20-22, una plaza en medio de la calle Monsalves, Casa Santos es un rincón de Soria en Sevilla y su propietario actual, nuestro amigo Santos Chamarro García, natural de la histórica ciudad soriana de El Burgo de Osma, es el paradigma mas claro del sincretismo cultural entre los llamados «montañeses», hombres y mujeres que emigraron a nuestra ciudad y que se caracterizaron porque muchos de ellos abrieron negocios, que eran a la vez, tiendas de ultramarino y bar, como ocurre con Casa Santos.

Sin la fama y el boato de otros establecimientos similares, Casa Santos es un sitio ideal para tomar en un entorno tranquilo un magnifico desayuno o una cerveza al mediodía. Santos hace gala de su tierra; presume de ella y le encanta Sevilla y Andalucía. Aquí echó raíces cuando el anterior propietario. D. Juan Recio García, soriano como él, nacido en Pedraza y amigo de su padre, se afincó en esta escondida placita para vender vinos, licores y productos de la tierra. A Juan Recio le hacía falta un dependiente y el destino quiso que Santos Chamarro llegase a nuestra ciudad siendo prácticamente un niño hace hoy 44 años. En 1992 y poco antes del fallecimiento de Juan Recio, llegan a aun acuerdo para traspasar el negocio a Santos. Y desde entonces está al frente del mismo con la ayuda de una guapa chipionera, Dª Regla Mellado Moreno que se convirtió en su mujer.

Santos y Regla desbordan simpatía a raudales. Siempre dispuestos ambos a que la clientela, numerosa y fiel, salga de su local con ganas de volver a él. Es difícil encontrar en el centro de Sevilla un local con este ambiente casi familiar y con tanta empatía entre sus clientes de diario y sus propietarios. Además por si todo ello fuera poco, sus clientes disfrutan de varios veladores en un excelente entorno en una pequeña y tranquila plaza rodeados de almendros que cuando florecen, tiñen el paisaje de ese color lila tan característico que da la flor del almendro.

Como ya hemos dicho, Casa Santos es una tienda donde comprar y un bar donde consumir los productos que se venden en la tienda. Son suculentos sus desayunos, es magnifica su cerveza, sus bocadillos y montaditos tiene fama, pero sin duda lo mejor de Casa Santos sin duda, es el extraordinario jamón de bellota, paletilla en realidad, de la denominación de Origen de Jamón de Huelva y sus chacinas de la misma procedencia. Son célebres sus taquitos de jamón, siempre bien cortados y jugosos, su excelente queso puro de oveja, su extraordinaria caña de lomo y su salchichón y chorizo ibérico.

Apoloybaco suele visitar con mucha frecuencia este rincón soriano de Sevilla. Santos se ha adaptado perfectamente a nuestra ciudad y ya comparte con sus clientes y amigos aquellas cosas que el sevillano acostumbra discutir en los bares y lógicamente el fútbol es uno de los temas preferidos por sus clientes. El lógicamente es seguidor del equipo de su tierra, el C.D Numancia y por su establecimiento pasan clientes y vecinos de toda la vida, béticos y sevillistas mayoritariamente, que porfían en una batalla dialéctica interminable sobre las excelencias de sus equipos. Sus clientes organizan una porra con los pronósticos de los resultados de Sevilla y Betis todas las semanas.

Quien le iba a decir a este soriano que cuando vino a hacer la «mili» en la 41ª Escuadrilla de Corbeta en San Fernando se iba a quedar toda la vida en Andalucía. Quizás el destino esté escrito de antemano en cada uno de nosotros, porque este marinero que estuvo destinado en la Corbeta «La Diana» de repostero del Comandante, le esperaba continuar ese oficio en un rincón de Sevilla, la ciudad que adoptó cuando apenas tuvo la mayoría de edad.

 

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