GASTRONOMÍA

Café Bar Santa Marta.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Centro urbano.
Calle Angostillo, 2. 41001 Sevilla
Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Tapa destacada: Tortilla de patatas.

Otras tapas: Flamenquin y San Jacobo.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

El Bar Santa Marta tiene el privilegio de estar situado en uno de los rincones más bellos de la capital de Andalucía. El lugar en cuestión es la Plaza de San Andrés, en una tranquila, coqueta y preciosa plaza sevillana a los pies de la Iglesia del mismo nombre y en el centro urbano de Sevilla. La plaza de San Andrés permite al viajante descansar a la sombra de los naranjos que rodean el perímetro de la misma y en primavera, cuando el azahar florece, y la Hermandad de Santa Marta se prepara para sacar su fabuloso paso de misterio a la calle, es un estimulo para los sentidos disfrutar de aquél entorno.

El Bar Santa Marta viene a este rincón de Apoloybaco por su famosa en toda Sevilla, Tortilla de Patatas, de la que luego hablaremos de ella con detalle. El Bar Santa Marta, comenzó su andadura a finales de los años setenta (1978) cuando los hermanos, Rafael, Rosario y Manuel Cano se establecieron en esta plaza cuando la misma no estaba peatonalizada y los coches y el exceso de tráfico en la zona, impedían a los vecinos disfrutar de este magnifico rincón sevillano. En aquella época era prácticamente imposible disfrutar de esa magnifica terraza al aire libre que hoy tiene, como un atractivo más, el Bar Santa Marta.

La oferta gastronómica del Bar Santa Marta abarca prácticamente todo el día puesto que aquí se puede desayunar, almorzar y cenar ya que el horario del bar es amplísimo, (de 7 de la mañana a a las 12 de la noche) lo mismo que su carta de tapas raciones y guisos. Decorado austeramente, sin estridencias, la barra es lo suficientemente amplia como para poder tapear con cierta comodidad en las mismas, pero el salón de entrada al bar también dispone de mesas altas con taburetes para las horas puntas. Si se quiere más comodidad, en su interior dispone de un pequeño y coqueto comedor que sirve de alternativa a la terraza en los días de mal tiempo que suelen ser pocos en la capital andaluza.

Como decíamos al principio, el Bar Santa Marta tiene fama en toda Sevilla por su magnifica tortilla de patatas, siendo quizás el sitio de referencia imprescindible en este típico y excelente plato de la cocina española de toda Sevilla. De su cocina salen diariamente y preparadas con mucha paciencia para darle el punto exacto, alrededor de treinta o cuarenta tortillas y en todas ellas (la primera sale a las 8 de la mañana) los ingredientes básicos: aceite, patatas y huevos, son de primera calidad. En el Bar Santa Marta preparan la tortilla clásica, sin aditivos ni rellenos de ningún tipo, ni siquiera la socorrida cebolla.

Los pinchos o tapas de tortilla, cortadas en cuñas, son generosas y es muy solicitada tanto en la hora del aperitivo, en el almuerzo e incluso en bocadillos para el desayuno. El aceite virgen que utilizan en la cocina del Bar Santa Marta, de la D.O Estepa, es la clave de la calidad de la tortilla. Además siempre se sirve caliente, entre otras cosas, porque la alta demanda de esta tapa por parte de su numerosa y fiel clientela impide que la tortilla llegue fría a la mesa. Junto a la tortilla de patatas, en el Bar Santa Marta se ofrece al cliente un excelente flamenquin casero. Jugoso, generoso en dimensión y frito en su justo punto para que tanto el rebozado como el relleno esté jugoso y en su punto.

Junto a los flamenquines, otra receta similar que también destaca en el Bar Santa Marta es el «San Jacobo», igualmente casero y con la misma calidad que el flamenquin. Sin duda alguna en este precioso y tranquilo rincón sevillano que es la Plaza de San Andrés, donde parece en algunos momentos que el tiempo se detiene, una magnifica opción culinaria es sentarse en esa magnifica terraza y dejarse llevar por el tiempo. Sin prisas, como se hacen las tortillas en el Bar Santa Marta, viendo pasar el tiempo y disfrutando cada momento de este rincón sevillano que al atardecer en los días de primavera y verano pueden convertirse en inolvidable.

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