GASTRONOMÍA

Las naranjas amargas.

Muchas de nuestras ciudades del sur de España tienen regadas sus calles de un árbol mas de huerta que ornamental, que cuando llega la primavera invade con su fragancia todo el ambiente que los rodea, convirtiéndose en auténticos perfumadores urbanos, si además esa explosión de olor se mezcla con el del incienso y la cera quemada, a la mayoría de las personas les despierta sus mas ocultos sentidos y recuerdos.

Nos estamos refiriendo al naranjo, y mas en concreto al naranjo amargo. Existen diversas variedades de este; “Bouquet de Fleurs”, “Daidai”, “Variegata Sour Orang”’, “Rubidoux”, “Goleta”, aunque la mas habitual de encontrar en nuestras calles es la denominada “Sevilla”, variedad ideal para fabricar la autentica mermelada de naranja amarga, a la que los ingleses, que la veneran,  la denominan con una palabra exclusiva: “marmalade”, mientras que al resto de mermeladas elaboradas con otras frutas las llaman “jam”. La piel seca se utiliza para elaborar licores como el Cointreau o el Curaçao.

También se elabora el vino de naranja. Se trata de vinos que se elaboran fundamentalmente en la zona del Condado de Huelva (de forma más exigua en Málaga) mediante la maceración de uvas dulces (normalmente Pedro Ximénez) junto a piel de naranja deshidratada. Posteriormente pasa un periodo medio de envejecimiento de 4 años en bota de roble.

El árbol puede alcanzar hasta unos 5 metros de altura, poseyendo una copa redondeada. Su sabor amargo o agrio, le ha dado el nombre de agrios a todos los demás cítricos. Este sabor es debido a un compuesto orgánico denominado neohesperidina. El zumo es muy ácido.

La naranja es un híbrido de origen ya antiguo, probablemente entre pomelo (Citrus maxima) y mandarina (citrus reticulata). La palabra naranja procede en última instancia del sánscrito «narang» o del Idioma tamil. La fruta tiene típicamente 11 piezas individuales, y en el idioma Tamil la palabra «orangu» se traduce como «6 y 5», implicando 11. Las naranjas se originaron en el sureste asiático, en India, Vietnam o en el sureste de China. Fue introducido en Europa por los marinos genoveses en el siglo X.

Posteriormente, fueron los árabes quienes lo extendieron por España. Los califas de Córdoba (s IX-X) dieron al naranjo amargo el carácter de planta ornamental por excelencia, plantándolo en las calles, jardines y patios privados y de las mezquitas. Como ejemplo, todavía perduran el Patio de los Naranjo de la Mezquita de Córdoba, los Jardines del Alcázar de Sevilla, etc. En la preferencia de este cítrico para su uso ornamental no sólo influyó la hermosura de su porte, sus hojas perennes de verde oscuro o sus flores blancas de delicioso aroma, sino también por la tradición china que viajó con éste, que dice que da la felicidad a su dueño, además de las virtudes curativas que se le atribuye al agua de azahar. De la flor del naranjo amargo (o flor de azahar) se extraen aceites y esencias muy valorados en perfumería y farmacia.

La ciudad de Sevilla, ostenta dentro de su patrimonio vegetal una cantidad aproximada de 35.000 árboles de esta especie en sus calles. Pertenecen a la familia de Rutaceae y su nombre botánico es Citrus aurantium Risso. Se estima que como media un naranjo produce al año 20 kg. de fruta, así que aproximadamente 700.000 kilogramos son retirados anualmente en esta ciudad.

Fueron los barcos escoceses de la naviera MacAndrew los primeros exportadores de naranja amarga al norte de Inglaterra, que llegaban a Río Tinto cargados de carbón y volvían hacia las islas europeas cargados de hierro, y también, de estos frutos. Fue allí donde se produjeron las primeras mermeladas, convirtiéndose en uno de los  alimentos indispensables del tradicional desayuno inglés como ya hemos comentado.

Curiosamente, en Sevilla, donde se produce el 89% de la producción de naranja amarga para la producción de mermeladas, no se suele consumir en bares o restaurantes, como afirman los autores del libro “El naranjo amargo de Sevilla”, Sabina Rossini Oliva y José Elías Bonells.

¿Cómo podemos  diferenciar un naranjo amargo de uno dulce?. A parte de la humorística característica de que los naranjos que tienen naranjas en sus árboles son los amargos y los que no lo tienen son los dulces porque se las comen, la diferencia entre la naranja dulce y la naranja amarga sin probarla, radica en la hoja. La hoja de esta última tiene al final como un segundo pequeño lóbulo , mientras que la dulce no lo tiene.

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