GASTRONOMÍA

Agosto 2013: Parador de Oropesa. (Toledo).

RESTAURANTE PARADOR NACIONAL DE OROPESA.

Virrey Toledo. Pza. Palacio, 1. 45560 Oropesa (Toledo).

Teléfono: 925 43 00 00

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente.

 

CASTILLO PALACIO DEL SIGLO XIV

La Casa solariega de los Álvarez de Toledo, Condes de Oropesa, que fue refugio de soldados, religiosos y nobles en otras épocas, presenta unas excepcionales panorámicas de la sierra de Gredos. El valor histórico de la Torre del Homenaje, adosada al Parador, las columnas y soportales del patio, y la piscina, con excepcionales vistas sobre las llanas tierras del Campo Arañuelo, integran un hotel de gran atractivo tanto para el turista, como para los que eligen pasar una buena temporada por allí.

Lámparas, arcones y cortinas dominan la decoración interior, en la que destaca la amplitud y luminosidad de las habitaciones y los salones de trabajo y ocio. La caza y los productos de temporada son característicos de Oropesa, donde la cocina toledana ofrece cordero, cabrito asado y otras especialidades como las migas del Arañuelo o la perdiz escabechada.

El Parador de Oropesa, Virrey Toledo, así bautizado en memoria del que fuera su morador D. Francisco Alvarez de Toledo, el V Virrey de Perú, indisolublemente asociado al castillo, es testigo, en buena parte, de la historia desde los tiempos cristiano–musulmanes. Fue construido en el s. XIII junto al llamado Palacio Viejo, bajo el mandato de D. García y levantado sobre un primitivo palacio destruido en tiempos de la Reconquista. Hasta el siglo XVIII fue residencia habitual de los Alvarez de Toledo, Condes de Oropesa.

El edificio, de estilo renacentista, fue construido en el siglo XVI. Este palacio fue convertido en Parador en 1930 y es el primero en España instalado en un Monumento Histórico-Artístico.

El viajero, como fue mi caso, que pasa cerca de Oropesa, no puede seguir su camino sin detenerse en esta preciosa villa y gozar al menos de un buen paseo por la localidad y pasar a degustar unas viandas en el restaurante del parador. Unas esplendorosas vistas a la Sierra de Gredos nos acompañaron en nuestra comida.

La carta que presenta el restaurante es amplia, con especialidad en las carnes de caza. No hay nada como el cabrito y el cordero que te ofrece la cocina toledana. También se puede disfrutar de otras especialidades como las migas del Arañuelo o la perdiz escabechada.

El servicio muy esmerado, a la altura de lo que podemos esperar de Paradores, donde el ambiente histórico artístico te rodea y le da un sabor especial a los platos que degustamos.

 

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