JAZZ

Disco del mes-Agosto 2005: «The Quintessential Billie Holiday, Vol 3», de Billie Holiday.

billieTodas las etapas de la carrera de Billie Holiday poseen un extraordinario interés. Una inmejorable aproximación a su arte vocal entre los años 1933 y 1942, (conocido como el periodo Columbia) se encuentra en esta excepcional serie de nueve volúmenes editados bajo el nombre genérico de: «The Quintessential Billie Holiday». De estos nueve volúmenes, hay dos que destacan por encima de los demás, el tercero que presentamos como disco del mes de Agosto de 2005 y el cuarto, ambos en seria competencia entre ellos y los dos absolutamente imprescindibles.

En este volumen queda registrado el fascinante debut discográfico de la cantante con su alter ego, el saxofonista, Lester Young, un tándem maravilloso en la historia del jazz. La magia de esa relación musical empieza el 11 de mayo de 1937, en el octavo tema del disco titulado: «Sun Showers» y se consolida definitivamente en el cuarto volumen de la serie. Solo hace falta escuchar los solos de Lester Young en «Mean to Me» y muy particularmente en «Foolin’ Myself», todo un clásico para constatar la total comunión espiritual alcanzada entre la cantante y el saxofonista.

El álbum que presentamos destaca además por presentar a Billie Holiday en las primeras sesiones de la cantante con algunos músicos pertenecientes a la orquesta de Count Basie. En estos temas, Billie estuvo acompañada por figuras de la talla de Benny Goodman, Ben Webster, Jack Teagarden, o Johnny Hodges y en ese periodo inicial de su carrera ya disfrutó de un extraordinario éxito con el tema: «I Creed for You», primer standard que cantó y que en su epoca fue un éxito en las juke box. Billie sin embargo no alcanzó su madurez artística hasta 1937, cuando el trompetista, Buck Clayton, y sobre todo el saxofonista, Lester Young entraron como un ciclón en su carrera.

La existencia, llamativamente atormentadora de Billie Holiday, mil veces remarcada hasta la exageración en sus aspectos mas delicados, le reportaron, una vez fallecida, una fama que ha trascendido los limites del jazz y los de la música en general. Billie Holiday ennoblecía pentagramas indignos con su extraordinaria forma de interpretar el jazz y con ese instinto que solo tienen los grandes genios, era capaz de sacar partido a las letras de las canciones, que impuestas en la mayoría de las ocasiones por los directores artísticos de las compañías, no eran, ni mucho menos, los temas mas importantes del repertorio musical de la época. Las inflexiones sonoras de Billie Holiday, esos giros – imitados pero inimitables – de su voz, constituyeron un sello indeleble en la historia del jazz vocal que todavía no ha sido superado por nadie.

Absolutamente indispensable en cualquier colección de jazz, y una extraordinaria ocasión para acercarse por primera vez al jazz vocal.

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Jonah Jones, Buck Clayton y Henry Red Allen Trompetas Sello discográfico: COLUMBIA
Benny Carter Saxo alto Número de serie: CBS 25879
Milt Hinton y John Kirby Contrabajos Fecha de grabación: 1936-1937
Benny Goodman y Vido Musso Clarinetes Lugar de grabación: New York
Lester Young y Ben Webster Saxos tenores Calificación. 5* sobre 5
Teddy Wilson Piano
Billie Holiday Vocal


OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE BILLIE HOLIDAY.

THE COMPLETE COMMODORE RECORD

THE COMPLETE AMERICAN DECCA RECORDING

THE COMPLETE BILLIE HOLIDAY ON VERVE RECORDING

Si siempre es difícil elegir un disco de un determinado artista, en el caso de Billie Holiday, la tarea es imposible; no hay una sola grabación, un solo álbum que no sea absolutamente recomendable. Por ello y para no dejar fuera nada provechoso, hemos optado por recomendar las cuatro épocas artísticas de la cantante recogidas discográficamente en otras tantas integrales editadas con asiduidad y disponibles en el mercado a precio muy aceptables y que recogen fielmente cada uno de ellos, y de manera cíclica el desarrollo artístico de la cantante.
La primera son estas sesiones para un modestísimo, pero selecto sello de jazz de principios de los años treinta «Commodore Records» propiedad de Mit Gabler, donde ya Billie canta para gloria del jazz, las primeras obras maestras de su carrera, entre ellas, el estremecedor blues con el que canta la visión de un negro colgado de un árbol, ahorcado por el Ku-Ku-Klan: «Strange Fruits». Las grabaciones, realizadas entre 1939 y 1944, inmediatamente detrás del periodo Columbia que presentamos en nuestro disco del mes, constituyen la consolidación definitiva de la cantante y un cambio de orientación evidente que queda de manifiesto cuando se analiza la calidad de la piezas cantadas, firmadas por los mejores compositores americanos. Harold Arlen, George Gershwin o Jerome Kern. Imprescindible.

Quizás la integral de las grabaciones de Billie Holiday, para la «American Decca Recording» sean las de mayor irregularidad en su desarrollo. Dos compactos lujosamente editados por GRP, recoge las grabaciones de Billie Holiday para la DECCA entre 1944 y 1950. No obstante éste periodo se caracteriza por los grandes éxitos comerciales de las canciones de Billie Holiday. Y si hay algunos temas que destacar, están sin ninguno genero de dudas, dos obras maestras absolutas y que justifican por si solas la escucha del disco, el extraordinario «Don’t Explain» y el impresionante «Lover Man» dos blues cantados como nadie lo ha hecho jamás en el jazz vocal.

Esta integral de 10 discos compactos de las grabaciones realizadas por Billie Holiday para el sello Verve entre 1945 y 1959, está considerado por muchos especialistas, críticos y aficionados, la etapa mas rica de la carrera de Billie Holiday. Norman Granz, el productor de Verve, procuró que la cantante siempre tuviera el complemento adecuado con los solistas de la casa. Junto a Ben Webster, Roy Eldridge, Oscar Peterson, o Harry Sweets Edison, Billie Holiday se explaya sacando sus recursos vocales que la experiencia le había dado y a pesar del evidente quebranto del timbre que le había sido caracterizado, consigue unos momentos sublimes. Muchos de los discos recogidos en esta integral, han sido editados individualmente por el sello, haciendo mas fácil para el aficionado constatar sus cualidades. Por destacar uno de ellos, el impresionante concierto celebrado en el Carnegie Hall de New York el 10 de Noviembre de 1956. Absolutamente imprescindible.

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BILLIE HOLIDAY.

Entre las voces femeninas del jazz, la de Billie Holiday (1915-1959), constituye un caso singular por lo azaroso de su vida contada por ella misma en su famosa autobiografía titulada: «Lady Sings The Blues». En ella, Billie Holiday relata como fue su vida desde la misma infancia: violación, acusaciones de prostitución, reformatorios, alcohol, drogas, racismo, cargos por tráfico de estupefacientes, cárcel, inhabilitación para cantar y, por último, la muerte.

Eleanora Fagan, que así se llamaba en realidad, nació en el gueto negro de Baltimore y su padre, Clarence Holiday tocaba la guitarra y el banjo en la banda de Fletcher Henderson. Se interesó por la música a los diez años influenciada por Bessie Smith y Louis Armstrong, cuando los escuchaba en el gramófono de su casa a ambos.
En 1930, recorriendo Harlem en busca de trabajo, entra en un pequeño club que se llamaba: «Pod’s and Jerry’s» situado en la Calle 133, ofreciéndose como bailarina. El resultado de la prueba es un desastre y a instancias del pianista se atreve a cantar. Cuando canta «Trav’lin All Alone», las conversaciones en el bar se paran y ahí empieza todo. En 1933, John Hammond, productor musical va a oírla cantar en el club «Log Cabin» y maravillado, habla con Benny Goodman quien el 27 de noviembre de aquel año le abre para toda la vida las puertas de un estudio de grabación.

Con Goodman, permanece poco tiempo y empieza a cantar en clubes mas importantes. Actúa en el famoso «Apollo Theatre» y es contratada por Joe Glaser, el manager de Louis Armstrong. En 1935 aparece cantando con la orquesta de Duke Ellington en la película «Simphony in Black» e inicia una larga y fructífera relación musical con el pianista Teddy Wilson en el sello Columbia. Con Wilson graba cerca de un centenar de canciones y junto a ella tocan los grandes solistas de la época: Ben Webster, Johnny Hodges, Bunny Berigan, Roy Eldridge y sobre todo, Lester Young, con quien alcanzaría una simbiosis creativa del que se encuentran pocos ejemplos en la historia del jazz.

También cantó en la orquesta de Count Basie en 1937 y en 1938 con Artie Shaw, pero el mundo de las grandes orquestas no era el suyo y sus experiencias como vocalista de bigband entre 1936 y 1938 no le dejaron grandes recuerdos. Holiday, se transformó en una estrella de los escenarios de los clubes de New York a principios de los 40, y consigue un contrato de larga duración en el famoso club del Greenwich Village, el «Café Society», regentado por el judío, Barney Josephson, antirracista y de ideas claramente progresistas. Billie tenía solo veinticuatro años y ya era una cantante objeto de culto entre sus seguidores.

En 1943, ganó por primera vez la encuesta de críticos organizada por la revista «Esquire» por delante de Mildred Bailey y de Ella Fitzgerald y al año siguiente grababa para el pequeño, pero selecto sello Commodore, una serie de temas magníficos entre los que destaca su emblemático «Strange Fruit» un alegato antirracista demoledor y el maravilloso «Fine and Mellow» un hermoso blues. En 1945, se casó con el trompetista, Joe Guy, también adicto a la heroína y en agosto de ese año, grabó la versión de referencia del tema «Don’t Explain» uno de sus canciones mas hermosas. 1946 la vio participar en un concierto en el teatro neoyorquino Town Hall y la aparición en una película junto a Louis Armstrong, titulada, «New Orleáns», interpretando el papel de una sirvienta.

Sin embargo, la historia de su vida va cuesta abajo a partir de 1950. Cantó en Chicago con Miles Davis y se reencontró con Lester Young en Philadelphia. Norman Granz la contrató para su sello discográfico y también la incluyó en las giras del JATP y en 1953, viajó por primera vez a Europa. A su regreso, ingresó voluntariamente en una clínica para intentar rehacer su vida y tuvo una efímera recuperación que aprovechó para reaparecer en un capitulo televiso dedicada a las «Siete Artes» de la CBS titulada «The Sound of Jazz». El memorable y estremecedor «Fine and Mellow» que cantó acompañada de Lester Young puede considerarse un hito en la historia del jazz. El álbum de 1958, «Lady in Satin», encontró a la artista de 43 años de edad haciendo grandes esfuerzos para cantar como en los mejores tiempos, y al año siguiente falleció. Cuatro meses antes, lo había hecho su admirado Lester Young.

Su muerte pareció una cruel burla del destino; moribunda e inconsciente en la cama del hospital, la policía intentó esposarla acusada de consumir heroína mientras agonizaba.

Temas

Duración

Who loves you? 3,11
Pennies from heaven 3,15
That’s life i guess 3,02
I can’t give you anything but love 3,26
I’ve got my love to keep me warm 3,02
If my heart could only talk 2,56
Please keep me in your dremas 2,54
He ain’t got rhythm 2,18
This year’s kisses 2,49
Why was i born 2,52
I must have that man 2,58
The mood that i’m in 3,07
You showed me the way 3,11
Sentimental & melancholy 2,58
My last affair 3,59
The Bean stalks again 3,21
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