JAZZ

Disco del mes-Julio 2003: «Waltz for Debby», de Bill Evans.

Bill EvansEl trío de Bill Evans con Scott LaFaro y Paul Motian grabó cuatro discos de una calidad excepcional y muy homogénea. Dos de ellos corresponden al último día de un contrato de dos semanas de duración en el club neoyorquino, Village Vanguard. Uno es este excepcional «Waltz for Debby» y el otro se titula «Sunday at the Village Vanguard»

«My Foolish Heart» el tema que abre el álbum recibe un tratamiento introspectivo donde se aprecia con toda su intensidad el lirismo de Evans, al piano en su faceta mas reservada y casi especulativa. El tema que da titulo al disco es una composición propia de Bill Evans, dedicada a su sobrina, la hija de su hermano Howard y se ha convertido en todo un standar del jazz moderno. El compás 3/4 se aviene bien con su fraseo elegante de líneas prolongadas y articulado sobre movimientos de expansión y contención en los cuales tiene mucho que ver el impulso rítmico transmitido por su mano izquierda.

Con «Milestones» el disco alcanza su momento mas enérgico. Evans, fue un destacado interprete de las composiciones de Miles Davis, pero aquí se ve superado por el magnifico trabajo del contrabajista que no cesa ni un instante de sugerir ideas extraordinariamente nuevas desde su instrumento.

«Waltz for Debby» es un álbum, que responde fielmente al estilo que el pianista propuso desde el principio de su carrera. Fuertes dosis de romanticismo pianístico altamente sofisticado y siempre ensayando nuevas combinaciones armónicas inspiradas a veces por la música de los impresionistas europeos. El timbre aterciopelado de su música que algunos relacionan con su origen de flautista, la armonía y el empleo de figuras rítmicas muy características- con abundante recurso a los ritmos de 3/4- hacen que su estilo sea identificable casi al momento. La melodía nunca contó entre sus especialidades, pero la combinación de los otros dos elementos unido a una gran técnica instrumental, capaz de bajar a los matices mas delicados, compensa con creces esta supuesta limitación melódica.

Escuchar a este trío y respirar su libertad, sigue siendo hoy una de las experiencias mas gozosas para el aficionado al jazz. Mientras LaFaro, trenza sinuosas líneas de bajo, el pianista puede optar entre un fraseo ágil y rítmicamente complejo o un intenso baladismo donde los silencios adquieren una elocuencia similar a la de la música. Por su parte las escobillas de Motian, se emplean en efectos timbricos sobre los platos y solo puntualmente, subrayan el ritmo, presentido antes que indicado.

Bill Evans, inauguró una corriente neorromántica pero también creó el concepto de trío, hasta entonces inédito- al que llegó en colaboración de estos dos grandes músicos. Al margen de consideraciones históricas, es justo reconocer el merito de Evans en una época en que el jazz andaba por otros derroteros. No en vano el propio LaFaro, venía de formar parte del doble cuarteto de Ornette Coleman, que dio carta de naturaleza al freejazz.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Scott Lafaro Bajo Sello discográfico: RIVERSIDE
Paul Motian Batería Número de serie: OJCCD-210-2
Bill Evans Piano y líder Fecha de grabación: 25 de junio de 1961
Lugar grabación: New York. Live Village Vanguard


OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE BILL EVANS.

EVERYBBODY DIGS BILL EVANS

ALONE (AGAIN)

 THE TONY BENNETT/BILL EVANS ÁLBUM

El segundo disco del pianista con el sello Riverside, fue su primer gran disco tanto de critica como de ventas. En él, Bill Evans, vira hacia un planteamiento mas jovial y expansivo, elección que se debe fundamentalmente a la elección de los acompañantes, en este caso dos puntales de la rítmica hardbop: Sam Jones al contrabajo, que actuaba regularmente con su amigo el saxofonista, Cannonball Adderley, y el inquieto, Philly Joe Jones, que había formado parte del quinteto de Miles Davis.
En la portada del disco figuran escritos algunos elogios dedicados a Bill Evans, por el mismo Davis, Cannonball, Ahmad Jamal y George Shearing entre otros músicos. «Everybody Digs Bill Evans», fue uno de los discos favoritos de su autor, y sin duda uno de los mejores de toda su carrera en términos de frescura. En el álbum destaca una temprana versión de «Peace Piece», tema construido sobre escalas sucesivas que indicó el camino hacía el jazz modal.

Si bien el contexto privilegiado de Bill Evans, fue el trío, era lógico que el pianista afrontase el reto del piano solo. Ya anteriormente había intentado con el titulado «Conversations con MySelf» (Verve 1963) y la continuación de la saga «Further Conversations with MySelf» (Verve 1967) un desdoblamiento de narcisismo radical, no carente de interés. Pero fue con «Alone (Again)» cuando Evans, muestra el desnudo de un pianismo que había acrecentado su vena introspectiva y romántica.
Evans, cultivaba un repertorio muy determinado de estándares, sobre los que retomaba una y otra vez alumbrando sus mas escondidos  entresijos. En este álbum hay algunos de los más queridos por el aficionado, como «The Touch Of Our lips» de Ray Noble o el ingenioso «O In Your Own Sweet Way» de Dave Brubeck.

El encuentro entre Bill Evans y el cantante, Tony Bennett, puso de manifiesto la tremenda afinidad existente entre ambos músicos que habían construidos sus respectivos estilos sobre una completa transparencia de sentimientos. Bennett, además siempre sintió una especial inclinación en su canto por el jazz. El álbum grabado a dúo, tiene la atmósfera confidencial de un bis bis, acrecentado por el repertorio elegido que incluye versiones de algunos de los temas mas vinculados a la carrera del pianista.
El éxito del disco, una referencia ineludible en el jazz vocal de todos los tiempos, forzó un segundo encuentro al año siguiente (DRG) casi tan buena como el primero.

BILL EVANS.

Desde el punto de vista de la técnica pura, Bill Evans, sea posiblemente uno de los dos o tres pianistas mas dotados en la historia del jazz, y desde luego el pianista más influyente del jazz moderno después de Bud Powell. Su carrera comenzó en 1954, una vez cumplido el servicio militar en orquestas de baile como las de Herbie Fields y Jerry Wald, acompañando a oscuros cantantes o formando parte de la banda de Tony Scott. El guitarrista, Mundell Lowe,  contribuyó notablemente a relanzar su carrera cuando lo contrató para su grupo tras haberlo escuchado en New Orleáns, donde Evans había cursado estudios superiores de música.

En muy poco tiempo se produjeron asociaciones musicales mucho mas significativas como atestiguan sus discos con Charles Mingus en 1957 (East Costing), con Art Farmer en 1958 (Modern Art), con Lee Konitz en 1959 (Lee Konitz meet Jimmy Giuffre) o con Oliver Nelson en 1960 en el espléndido disco (The Blues and The Abstrach Truth). En 1958 ya había recibido el premio al «pianista revelación» de la revista Down Beat, que venía a confirmar esa espléndida carrera. Pero de todas sus colaboraciones como sideman, dos sobresalen de manera muy especial por encima de las demás. La primera fue con el arreglista George Russell, junto a otros músicos renovadores como Art Farmer, en la trompeta y Hal Mckusick al saxo alto. «Concerto for Billy The Kid» incluido en «Jazz Workshop» de RCA en 1956 ofrece uno de sus primeros solos importantes, de tanta perfección constructiva que Russell, se inspiró en él para crear la no menos llamativa «All about Rosie» el año siguiente.

Su paso por el sexteto de Miles Davis, es igualmente decisivo. Al escucharlo en el grupo de Mingus, Miles quedó tan impresionado que lo contrató a sabiendas del fruto que podía sacar de aquel pianista después de la disolución de su insuperable quinteto de mediados de los cincuenta. Así nació en marzo de 1959 el extraordinario álbum «Kind of Blue» un disco que se ha convertido sin ningún genero de duda en uno de los clásicos de todas la historia del jazz. Pero Evans, se despidió amistosamente de Miles Davis y prosiguió su camino en solitario. En 1959 grabó por primera vez a su nombre bajo el premonitorio titulo de «New Jazz Conceptions», un álbum que dejaba ver lo que vendría después pero que solo vendió ochocientas copias. Su segundo álbum, el también extraordinario «Everybody Digs Bill Evans» si obtuvo el favor del publico, pero su legado para la posteridad jazzistica no llegó hasta que no formó la colaboración musical con el batería Paul Motian y el contrabajista, Scott LaFaro.

En poco menos de dos años (diciembre de 1959-junio de 1961) esta alianza interpares, revolucionó el concepto de trío de piano, al proponer el abandono del viejo esquema de acompañantes frente al solista principal y sustituirlo por un dialogo a tres con voces perfectamente complementarias. Con ese trío grabó cuatro discos de una calidad extraordinaria, siendo el mas logrado el famosísimo «Waltz for Debby» (Riverside 1961) grabado en en el Village Vanguard de New York. Con la desaparición física de LaFaro, Bill Evans, sufrió un duro golpe y comprobó que reemplazarlo era imposible a pesar de que consiguió junto a Chuck Israels y el batería Larry Bunker, algunos registros de calidad. Entres sus grabaciones destaca el encuentro con el cantante Tony Bennett, en la década de  los setenta que depararon dos obras mayores en la historia del jazz vocal y entres sus discos  a piano solo, hay que citar ineludiblemente el celebérrimo «Conversations With Myself»  y su continuación de 1967; el titulado «Alone» que obtuvo un premio Grammy y el «Alone (Again)»

Cuando Bill Evans, murió el 15 de septiembre de 1980, de una insuficiencia hepática a consecuencia de su adicción a las drogas, tenía cincuenta y un años y llevaba mas de veinte entre la élite de su instrumento. El «poeta del piano» como lo definió el escritor, Gene Less, mantuvo incólume su estilo lírico y su sensibilidad hasta sus últimos días.

Temas

Duración

My foolish heart 4,56
Waltz for Debby 7,01
Detour ahead 7,05
My romance 7,13
Some other time 5,02
Milestones 6,37
Comparte