JAZZ

Disco del Mes-Mayo 2010: «The Savoy Recordings-Master Takes», de Charlie Parker.

charlie parkerLas grabaciones en estudio de Charlie Parker como líder, fueron realizadas para las casas, Savoy, Dial, y Verve. Los dos primeros sellos recogen el periodo de eclosión del bebop, y en especial el quinteto de 1947-1948. Esa formación con Miles Davis, a la trompeta, Duke Jordan, al piano, Tommy Potter, al contrabajo, Max Roach, a la batería y el propio Charlie Parker, al saxo alto, puso las bases de la nueva estética del jazz moderno, que «Bird» -sobrenombre del saxofonista- creó y dejó para la posteridad.

Las grabaciones aquí registradas para «Savoy» y recogidas en este disco calificado unánimemente como una obra maestra, muestran la capacidad en grado sumo de un genio de la música. Las creaciones originales de Parker, aportaron un altísimo grado de virtuosismo, inaudito hasta entonces, una velocidad de expresión jamás superada, y un fraseo dislocado, lleno de libertades rítmicas que revolucionó el jazz. Charlie Parker fue un músico excepcional, incapaz de repetirse, y un modelo a imitar e imitado por legiones enteras de músicos que aprendían de memoria, nota a nota, toda la creatividad de este genio.

Este disco es una lección magistral del saxofonista alto mas importante de toda la historia del jazz. En poco más de una década, cambió el curso de esta música para siempre y todavía su capacidad de improvisación, no ha sido superada por nadie. En los discos editados por el sello «Savoy», se encuentran las legendarias tomas que dieron lustre a una música que salió de la época del swing con mas brío que nunca y que permitieron al jazz, pasar a ser sin duda, como la música que identificó a todo el siglo XX.

Hoy «Groovin’ High»; «Billie’s Bounce»; «Now’s The Time»; «Ko-Ko», «Cheroky»; «Dizzy Athmosphere» o «Parker Mood», son temas clásicos del bebop y forman el núcleo fundamental del manifiesto musical de este gran genio.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Bud Powell, Duke Jordan, John Lewis y Clyde Hart. Pianos Sello discográfico: SAVOY RECORDS
Tommy Potter, Nelson Boyd, Curly Russell y Jimmy Buts. Contrabajos Número de serie: ZD 70737
Doc West y Max Roach. Baterías Formato: 2 LP
Dizzy Gillespie y Miles Davis. Trompetas Fecha de grabación: 1944-1948
Tiny Grimes Guitarra Lugar de grabación: New York y Detroit
Charlie Parker Saxo alto y líder Calificación: 5* sobre 5

 

OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE CHARLIE PARKER.

CHARLIE PARKER ON DIAL

JAZZ AT MASSEY HALL

BIRD: THE COMPLETE CHARLIE PARKER ON VERVE

Integral en seis Lp´s – reeditado en un estuche de 4 Cd’s – de las sesiones realizadas para el sello, Dial – luego editadas por, Spotlite – propiedad de Ross Russell, autor de una de las mejores biografías escritas hasta hoy sobre Charlie Parker, y titulada: «Bird Lives».

Complemento perfecto e indispensable de las grabaciones de Savoy, estas tomas hechas para Dial, fueron grabadas a caballo entre California y New York, entre 1946 y 1947. Aquí están las grabaciones que precedieron a su ingreso en el Psiquiátrico de Camarillo, con el angustioso «Lover Man» de 1946, pero también un puñado de obras maestras indiscutibles como: «Yardbird Suite»; «A Night in Tunisia» y sobre todo algunas baladas excepcionales como: «Don’t Blame Me» y «Embraceable You», dos temas que colocan a Charlie Parker, en primera fila de los mas grandes baladistas de jazz de todos los tiempos. Imprescindible.

A principios de 1953, la «New Jazz Society» de Toronto, en Canadá, organiza un concierto con los mejores músicos de jazz escogidos por votación de sus socios. Fueron seleccionados para tocar en el Teatro Massey Hall, de Toronto: Charlie Parker, al saxo alto, Dizzy Gillespie, a la trompeta, Bud Powell, al piano, Charles Mingus, al contrabajo, y Max Roach, a la batería.

La música que sonó en aquel concierto, la extraordinaria y única coincidencia de músicos de aquél talento juntos, y los aspectos que rodearon la organización y desarrollo del mismo, provocó que al concierto de Toronto de aquella noche – 15 de mayo de 1953 -, se conozca a partir de entonces como «el concierto del siglo». Charlie Parker, llegó al teatro sin su saxofón, empeñado en una tienda antes de que comenzara el concierto, y tuvo que tocar con un saxo de plástico blanco prestado, el pianista, Bud Powell, había recién salido de un hospital donde estuvo internado por una de sus frecuentes crisis depresivas, y tocó totalmente embriagado, y el concierto fue programado el mismo día que se celebraba el Campeonato del Mundo de boxeo de los pesos pesados, donde Rocky Marciano, defendía su titulo ante Joe Walcott, con lo que la entrada del aforo, no se llegó a cubrir.

Dizzy Gillespie, gran aficionado al deporte de las doce cuerdas, entraba y salía del escenario cada dos por tres para seguir el desarrollo del mismo por la Tv. Quien tenga este disco – absoluta pieza de colección y durante muchisimo tiempo descatalogado – no podrán advertir que ninguna de estas circunstancias adversas, estropeó el grandioso concierto que, sin duda, ha pasado a los anales de esta música. Imprescindible.

El periodo musical de Charlie Parker, con el sello de Norman Granz, Clef-Verve, comprende de manera integral y cronológicamente, todas las sesiones grabadas desde finales de 1946, hasta bien entrado el año 1954. Las grabaciones de Parker con la Verve, constituye pues, el tercer eslabón de una larga cadena de grabaciones, que comenzó con Savoy, y continuó con Dial.

Editada con toda clase de lujo, la integral de Verve compuesta por una caja de diez compactos -también se venden por separado – aunque aporta algo menos de igualdad en cuanto a la regularidad musical, ofrece todavía toda una serie de obras maestras inigualables: «Laura», «Bloomdido» o «Mohawk», son ejemplos de ello. Las grabaciones de Verve permiten por otro lado, escuchar a Charlie Parker en un contexto de cuerdas en la que el saxofonista de Kansas City, ofrece una singular visión del jazz en la que también salió airoso.

charlie parker massey hall lp

 

CHARLIE PARKER.

Julio Cortazar, el excelente escritor argentino, y gran aficionado al jazz, escribió en homenaje a Charlie Parker, un relato corto que tituló: «El perseguidor». En él narra la vida marcada por las drogas y el alcohol de, Johnny, (Charlie Parker) un saxofonista que en medio de una grabación, aturdido y desorientado por la combinación entre heroína y whisky, se dirige a Miles Davis, diciéndole: «…Miles, esto lo estoy tocando mañana».
Charles Christopher Parker, nació el 29 de agosto de 1920, en Kansas City (EE.UU.). Treinta y cinco años después, el 9 de marzo de 1955, este genio de la música, fallecía atiborrado de droga y con el hígado comido por la cirrosis, en la casa de la baronesa, Panonnica de Koenigswarter. El forense que levantó el cadáver, fijó en un primer momento, la edad del difunto, en «…un hombre de aproximadamente de sesenta años».
Cuando Charlie Parker, irrumpió en la escena del jazz, prácticamente nadie sabía quien era, excepto que venía de Kansas City, la ciudad de los saxofonistas de jazz. Cuando era muy joven, tuvo la osadía de enfrentarse en su ciudad natal  a expertos profesionales del saxo en algunas «jam sessions» que se organizaban en cualquiera de los muchos clubes de jazz que habían en aquella ciudad.

En una de ellas, salió llorando, y en la otra, rabioso, cuando el batería, Jo Jones, le tiró el platillo a sus pies en señal inequívoca de que saliera del escenario. Juró que eso no le volvería a ocurrir, y estudió como un poseso, practicó horas y horas con el saxo con un tesón envidiable y logró dominar el instrumento en cualquier escala y en cualquier tono, hasta que supo donde estaba cada nota del saxofón. Tenía una memoria prodigiosa, un oído perfecto y le bastaba una sola vez, para retener un sonido y la exacta posición de sus dedos que le producía en el instrumento. Escuchó hasta la extenuación, los solos de Lester Young, otro gran saxofonista de Kansas,  y perfeccionó su técnica de soplo y de digitación de forma espectacular. Conoció por aquellas fechas a Dizzy Gillespie, y juntos se lanzaron ante los atónitos oídos y ojos del publico que iban al Minton’s Playhouse, un pequeño club de la calle 118, en New York, en Harlem, a improvisar de manera alucinante y con una lógica aplastante. Las ideas  surgían a la velocidad del rayo y eran plasmadas  con la misma velocidad en el saxo  con una sonoridad dura, sin vibrato, desprovista de ornamentaciones y una excepcional potencia de soplo, largamente entrenada.

En 1945, Parker y Gillespie, van a grabar una serie de discos para Savoy y Dial, que para la historia, quedaran como los primeros testimonios de esa nueva forma de jazz que ambos contribuyeron a crear y que los medios de comunicación, que parecen vivir para ponerle etiquetas a todo, bautizaron como be-bop. La colaboración entre Parker y Dizzy, se rompe cuando «Bird» aparece una noche drogado por el local donde tocaban en medio de una gira por California que resultó todo un fracaso en lo económico. El grupo de Gillespie, regresa a New York, pero Parker decide quedarse en California, y allí es internado en el Hospital Psiquiátrico de Camarillo, después de que en medio de una tormentosa sesión de grabación, no puede ni siquiera sostener el saxo. De allí salió aquella histórica y fatídica grabación de «Lover Man», angustiosa por el drama humano que refleja y que Parker quiso prohibir su venta, algo que no consiguió. Seis meses después, desintoxicado, pero nunca curado, sale del Hospital y vuelve a New York, en lo que se considera, su etapa más creativa de su vida. Inaugura, a finales de 1949, un club de jazz en Broadway, cerca de la calle 53 y que es bautizado en su honor como «Birdland». Las revistas especializadas: «Down Beat» o «Metronome», le nombran año tras año, número uno en su instrumento. Viaja varias veces a Europa, la primera en 1949 con motivo del festival de Jazz de Paris de aquél año, y decide grabar con una orquesta sinfónica de cuerdas.

A principios de 1954, mientras está de viaje, muere su hija, Pree, victima de neumonía, y aquél fatal desenlace desencadenaría en Parker una sensación de culpa, que terminó por acelerar su muerte. Su vida se deslizó por una rápida pendiente fatal y es ingresado de nuevo en un hospital tras un intento de suicidio. Toca en el Birdland, por última vez, el 5 de marzo de 1955, y cuatro días después fallece en medio de un caótico ataque de risa. Dicen que al igual que cuando murió el genial compositor, Beethoven, en el instante en que Charlie Parker  falleció, un trueno sonó con estruendosidad en el cielo de New York.

 

Temas

Duración

Tiny’s Tempo 2,57
Red Cross 3,07
Warming Up a Riff 3,12
Billie’s Bounce 3,23
Now’s The Time 3,12
Thriving On a riff 5,40
Koko 2.32
Donna Lee 2,58
Chasin’ the Bird 2,53
Cheryl 2,56
Milestones 2,50
Little Willie Leaps 2,52
Half Nelson 2,21
Another Hair-do 2,37
Bluebird 2,52
Klaustance 2,45
Bird Gets The Worm 3,00
Barbados 2,34
Ah-Leu-Cha 2,59
Constellation 2,30
Parker’s Mood 2,35
Perhaps 2,11
Marmaduke 2,47
Steple Chase 3,00
Merry-go-Round 2,15
Buzzy 2,27
Sipping at Bells 2,32
Scrapple From The Apple 4,39
Flat Foot Floogie 2,18
Dizzy Boogie 2,25
Popity Pop 2,21
Slim’s Jam 2,30
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