JAZZ

Disco del Mes-Septiembre 2018 : «I Never Loved a Man the Way I Love You», de Aretha Franklin.

«In memorian» de Aretha Franklin.

El pasado 16 de Agosto de 2018 fallecía, en su residencia de Detroit (Michigan), una de las voces más importantes de la historia de la música. Aretha Franklin, la conocida meritoriamente como «Lady Soul», dejaba tras de sí una estela imborrable y grabaciones memorables a lo largo de su amplia y prolífica carrera musical.

Sé muy bien que Aretha Franklin no era una cantante de jazz…¡Y que más da!. Aparece en esta sección de «disco recomendado del mes» en Apoloybaco, porque para el que escribe, como seguramente le pasa a mucha gente de mi generación, descubrí la música de jazz escuchando las voces negras de Otis Redding, Percy Sledge, Marvin Gaye, Sam Cooke, Wilson Picket, Ray Charles, James Brown o Aretha Franklin. La música soul, «la música del alma«, ha sido fuente de inspiración de decenas de músicos, grupos y cantantes de todo el mundo y Aretha Franklin fue protagonista, durante más de medio siglo, de algunos de los momentos mas gloriosos de la música afroamericana.

Desde que grabara su primer disco con tan solo 14 años, Aretha recorrió un camino inédito y dignificó, como otras grandes mujeres negras de la historia de la música en EE.UU —Bessie Smith, Billie Holiday, Ella Fitzgerald Dinah Washington, Nina Simone o Carmen McRae— el papel de la mujer negra en su lucha contra la intolerancia racista. Cualquier disco que hubiéramos elegido de Aretha Franklin, hubiera sido justamente apropiado; Aretha Franklin se vanaglorió siempre de no haber grabado nunca, una canción que no le gustara. Y aunque hay periodos menos brillantes en su carrera, el tronco central de la misma, es de una calidad extraordinaria.

Hemos elegido esta obra maestra titulada: «I Never Loved a Man the Way I Love You», por dos pequeños y al mismo tiempo, grandes detalles: en primer lugar por la inclusión en este disco del single que la llevó a la fama y que la convirtió en una cantante icónica para el movimiento feminista en Norteamérica; hablamos del tema «Respect» uno de los temas seminales en la historia de la música negra y del que Aretha Franklin supo reconvertir el texto machista de la versión original de Otis Redding, para convertirla en un himno al feminismo. «Respect» fue la respuesta de Aretha Franklin para  dignificar la contribución de la mujer negra a la música afroamericana y también un manifiesto en defensa de los Derechos Civiles de los ciudadanos negros en los EE.UU. El segundo motivo para elegir este disco sobre otros que también tienen la misma calidad y simbolismo, es que «I Never Loved a Man the Way I Love You», fue el debut discográfico de Aretha Franklin, con Atlantic Records, el sello discográfico donde dejó grabados los mejores momentos de su carrera musical.

«I Never Loved a Man the Way I Love You», es una obra maestra indiscutible de principio a fin. Contribuyó al éxito del disco, el productor, Jerry Wexler, un judío americano que tuvo la habilidad de liberar la intensidad emotiva de Aretha Franklin en la grabación para Atlantic Records. El sello, era propiedad entonces, de el turco americano Ahmet Ertegún y del judío americano Herb Abramson, y ese crisol de distintas culturas, fue en su época todo un mensaje de rebeldía. En aquel contexto (1967); con el pacifismo en auge y las multitudinarias protestas contra la guerra de Vietnam, y en visperas del Mayo Francés en Europa, «I Never Loved a Man the Way I Love You» y el tema que abría el álbum: «Respect», fue un aldabonazo en las conciencias de la sociedad norteamericana. El disco fue grabado, con la excepción de dos temas, en los Estudios de Atlantic Record en New York, y para la ocasión, Wexler ensambló una magnifica banda de músicos de sesión de Atlantic que junto con el apoyo coral de las Sweet Inspirations y sus hermanas, Carolyn y Erma Franklin permitió a Aretha Franklin dar de si todo lo mejor que la «Reina del Soul», tenía.

Mientras que la brillante canción del título sigue siendo la otra canción más conocida del álbum, cada corte en «I Never Loved a Man the Way I Love You» es una pequeña obra maestra. Aretha Franklin versionó en aquella histórica sesión de grabación de 1967 en pleno corazón de Broadway, algunas composiciones de otros grandes músicos de soul como: «Drown in My Own Tears» de Ray Charles; «Good Times» y «A Change Is Gonna Come» de Sam Cooke, y la ya citada y emblemática «Respect» de Otis Redding. Junto a estas versiones, Aretha interpetró algunas de sus más famosas composiciones como: «Do not Let Me Lose This Dream», «Baby, Baby, Baby», «Save Me» y «Dr. Feelgood (Love Is a Serious Business)» . 

En resumen, «I Never Loved a Man the Way I Love You», es un disco enorme, emblemático, conceptual y, sobre todo, un hito de la música Soul, la «música del alma»; un himno a la dignidad de la mujer y un manifiesto musical a favor del movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos de América.

Con su muerte, Aretha Franklin, la maravillosa cantante conocida como «Lady Soul», deja tras de sí en el mundo entero tanta pena por su muerte, como agradecimiento por su música. A ella le dedicamos el «disco del mes» de septiembre de 2018, en esta sección de jazz de Apoloybaco.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Tom Dowd Arrgelos y Director Orquesta. Sello discográfico: ATLANTIC RECORDS
Tommy Cogbill Bajo. Número de serie: 7567-81439-2
Joe South, Bobby Womack y Jimmy Johnson Guitarras. Fecha de grabación: 10 de Marzo de 1967.
Sweet Inspirations Coros de voces. Lugar de grabación: New York
Carolyn y Erma Franklin Coros de voces. Calificación: 5* sobre 5
Roger Hawkins Batería.
Spooner Oldham Piano.
King Curtis Saxos.
Aretha Franlkin Voz y líder.

 

OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE ARETHA FRANKLIN.

THE GOSPEL SOUL OF ARETHA FRANKLIN

ARETHA: LADY SOUL

AMAZING GRACE

Aretha Franklin, tan solo tenía 14 años cuando grabó su primer disco. Este entrañable e histórico registro, contiene apenas, una decena de canciones, y son todas composiciones Gospel a las que su voz pone un tono soul. Instrumentalmente cuenta básicamente con un piano, tocado por ella misma, e intervienen escasos instrumentos más. El álbum se editó gracias a la relación de su padre con productores del sello Checker. En 1956, Aretha publicó en el subsidiario sello de Chess su primer álbum de gospel, titulado Songs of faith-The gospel soul of Aretha Franklin, registrado en directo en la iglesia de su padre, a quien rendiría tributo en su última grabación religiosa, One Lord, one Faith, one Baptism (1978).

Liberada de imposiciones estrictas de producción, Aretha Franklin grabó Lady Soul (1968), el álbum que le daría su apodo y el trono definitivo del género. Acompañada por The Sweet Inspirations –un cuarteto integrado nada menos que por la futura diva Dionne Warwick, su hermana Dee Dee Warwick, la prima de ambas, Cissy Houston (madre de Whitney Houston, de la que Aretha sería madrina) y Doris Troy. Aretha grabó un puñado de canciones rompedoras que iban de la vehemencia de Money Won’t Change You, compuesto por James Brown, a la pasional Come Back Baby de Ray Charles o la espiritualidad de People Get Ready firmado por Curtis Mayfield.

Amazing Grace, grabado en directo en el New Temple Missionary Baptist Church de Los Ángeles, con participación del reverendo James Cleveland y su célebre formación: Southern California Community Choir, liderada por el guitarrista Cornell Dupree. Amazing Grace reparte su grandeza entre los viejos espirituales “Precious Lord, take my hand”, de Thomas A. Dorsey, los himnos tradicionales “Amazing grace”, “Never grow old”, los estándares “You’ll never walk alone”, y los clásicos “You’ve got a friend”, de Carole King y el “Wholy holy”, de Marvin Gaye. Uno de los discos cumbres del Soul de todos los tiempos. Sus versiones de «How I Got Over» y «You’ve Got a Friend» son legendarias.

 

ARETHA FRANKLIN.

Nacida en Memphis (Tennessee), el 25 de marzo de 1942, y afincada en Chicago, en el seno de una familia de hondas convicciones baptistas, Aretha Franklin convivió desde pequeña con las primeras figuras del Gospel de la época, desde su padre, el reverendo C.L. Franklin, líder del Movimiento por los Derechos Civiles y amigo íntimo de Martin Luther King, hasta personajes y artistas como Mahalia Jackson, Clara Ward, The Soul Stirrers, The Mighty Clouds of Joy o el reverendo James Cleveland, asiduos visitantes del domicilio familiar.

En 1956, Aretha Franklin, publicó con el subsidiario sello de «Chess», y con tan solo 14 años, su primer álbum de Gospel, titulado «Songs of faith-The gospel soul of Aretha Franklin», registrado en directo en la iglesia de su padre, a quien rendiría tributo en su última grabación religiosa, «One Lord, one Faith, one Baptism» (1978). Entre medias queda el que muchos consideran su mejor trabajo, el sensacional «Amazing Grace» (1972), doble álbum grabado en directo en el New Temple Missionary Baptist Church de Los Ángeles, con participación del reverendo James Cleveland y su célebre Southern California Community Choir, y una banda portentosa, liderada por el guitarrista Cornell Dupree y el baterista Bernad Purdie. El álbum reparte su grandeza entre los viejos espirituales “Precious Lord, take my hand”, los himnos tradicionales “Never grow old”, los estándares “You’ll never walk alone”, de Rodgers & Hammerstein, y los clásicos “You’ve got a friend”, de Carole King, y el soul “Wholy holy”, de Marvin Gaye.

La pequeña «Ree», como la llamaban en familia, aprendió a tocar el piano de forma autodidacta. Junto a sus dos hermanas, pasó su infancia cantando en la iglesia bautista fundada por su progenitor, Clarence LeVaughn Franklin. Por las noches escuchaba discos de jazz y soñaba con ser Ella Fitzgerald. Su pasión por los escenarios, donde reinó durante más de seis décadas, podría haberse visto truncada por su precoz maternidad. Coincidiendo con la publicación de su primer álbum, Aretha Franklin dio a luz a su primer hijo. Dos años más tarde, a los 17, alumbraría al segundo. Pero aquello no fue un impedimento. No quiso casarse con los padres de sus hijos y prefirió que se criaran con su familia. Incluso teniendo que aguantar que muchos insinuaran que uno de ellos era fruto de una relación incestuosa con su propio padre.

Con 18 años recién cumplidos, Aretha Franklin se trasladó a Nueva York, donde fijó su residencia, para tomar clases de danza y canto. En 1961, una de las maquetas que enviaba regularmente a las casa discográficas terminó sobre la mesa de la todopoderosa discográfica «Motown», el sello por antonomasia del Soul, que se interesó por ella. Aretha acabaría rechazando su oferta tras ser reclutada para Columbia por el célebre cazatalentos John Hammond. Columbia intentó orientar su carrera hacia el jazz, pero no dio con la dirección musical adecuada para desarrollar todo su potencial. Aretha Franklin no estaba destinada a clonar referentes del género como Dinah Washington –de la que grabó un disco de versiones–, sino a marcar un estilo propio. Diez álbumes después, el público seguía sin conocer su verdadera esencia, pero la cantante se había ganado el respeto de la profesión y había demostrado sus inmensos recursos interpretativos.

La revolución llegó tras firmar con el todopoderoso sello «Atlantic Records», cuando Jerry Wexler, uno de los productores más célebres de Atlantic Records, se hizo cargo de su carrera. Wexler le ofreció a Aretha Franklin el entorno adecuado para que recuperara sus raíces musicales y en el primer disco que Aretha grabó para Atlantic Records: » I Never Loved a Man the Way I Love You», fue todo un aldabonazo para la música soul. Su portentosa voz en el tema que daba título al disco, y sobre todo su reinterpretación de «Respect», una composición que Otis Redding había lanzado dos años antes con un claro significado machista, —demandaba respeto de la esposa para el hombre que trabajaba y llevaba el dinero a casa—, Aretha Franklin la mutó en una incendiaria canción feminista. En la versión de Aretha Franklin, ahora era una mujer negra la que reclamaba respeto, y deletreándolo, R-E-S-P-E-T-O, aportó a la letra original un sentido radicalmente distinto, confiriendo a la canción de todo su contenido feminista. La grabó el 14 de febrero de 1967 y Aretha Franklin se desgarraba exigiendo RESPETO para la mujer afroamericana. Aquella canción fue, y sigue siéndolo décadas después, un canto feminista en plena revolución sexual, un discurso en favor del movimiento por los Derechos Civiles de los norteamericanos, y también un arma revolucionaria que Aretha Franklin utilizaba desde los escenarios de todo el mundo contra la segregación racial en los EE.UU. A partir de entonces, no habría cantante femenina que no la versionara y la notoriedad de aquél éxito, la llevó a a ser la primer mujer en la historia de en ocupar la portada de la celebérrima revista «Time»Aretha Franklin, era ya leyenda viva

Al año siguiente, en 1968, Aretha Franklin, ya consagrada en el sello Atlantic, grabó: «Lady Soul», el álbum que le daría su apodo y el trono definitivo del género. Acompañada por «The Sweet Inspirations» creó un puñado de canciones rompedoras que iban de la vehemencia de «Money Won’t Change You», compuesto por James Brown, a la pasión del «Come Back Baby» de Ray Charles o la espiritualidad de «People Get Ready» una canción del gran Curtis Mayfield. Todo sin olvidar uno de sus grandes clásicos: «You Make Me Feel Like».

Mediados los años setenta, la música negra evolucionó hacía ritmos menos combativos y surgieron el llamado «Sonido Philadelpia», y la popular «Música disco»; ambas llegaron para desdibujar las raíces afroamericanas que  engrandecieron el Soul. Aquella época coincidió, a pesar de que su esplendor vocal continuaba intacto, con algunos errores de bulto en la producción y promoción de sus discos. Aretha decidió abandonar «Atlantic Records» para firmar con el sello «Arista». En su nueva casa discográfica se volcaron con ella y el productor,   Clive Davis, fue el encargado de revitalizar su carrera e ir modelando su nueva sonoridad. Aquellos que pensaron entonces que la carrera de Aretha Franklin había inciado su declive se equivocaron rotundamente, porque el 3 enero de 1987, Aretha Franklin, conseguía otra de esas conquistas que van más allá de su dimensión musical: fue la primera mujer en la historia en ser incluida dentro del selecto club del «Rock and Roll Hall of Fame». Aquella Fundación que había sido creada cuatro años antes por un puñado de tótems de la industria musical para salvaguardar la memoria de los artistas más influyentes de la historia del rock –hombres, por supuesto– reconocía así su trayectoria profesional. Y con esa distinción, Aretha Franklin, protagonizó en primera persona, el papel determinante de las mujeres afroamericanas en la historia de la música de los Estados Unidos.

La fama de Aretha Franklin seguía extendiéndose por todo el mundo y en 1988, la revista inglesa «Mojo», hizo una encuesta para elegir a los 100 mejores cantantes de todos los tiempos y Aretha se hizo con el número uno desbancando al mismísimo, Frank Sinatra. Diez años más tarde, en 2008, la revista «Rolling Stone», repitió aquella encuesta que volvió a ganar la diva del soul, seguida esta vez de Ray Charles y Elvis Presley. Al año siguiente, en 2009, vivió uno de los momentos más emocionantes de sus carrera. Lo hizo poniendo voz a un acontecimiento histórico para aquella batalla social y antiracista que inició años atrás con su feminista versión de «Respect»; Aretha Franklin fue invitada a cantar en la Casa Blanca en la toma de posesión del Presidente Barak Obama. Allí cantó con orgullo su famosa canción «My Country ‘Tis of Thee» (Mí País es sobre ti). Aretha Franklin dijo posteriormente sobre aquel acontecimiento: “…Esto pasará a la historia, he cantado para el primer presidente negro de los Estados Unidos”.

En su actuación, la intérprete, que tiene un doctorado honorífico por la Universidad de Yale y otro por el Berklee College of Music, se mostró pletórica. Por eso la industria musical se extrañó cuando a los pocos meses canceló, inesperadamente, dos recitales. Semanas después, su representante anunció que cancelaba todos sus conciertos hasta mayo de 2011. Finalmente un portavoz de la familia acabaría confirmando que Aretha Franklin luchaba contra un cáncer de páncreas.

En abril de 2016, con motivo del Día Internacional del Jazz, Aretha Franklin volvió a la Casa Blanca para cantar de nuevo frente al Presidente Obama y homenajear al ya desaparecido cantante Prince, de quién versionó su añorado éxito: «Purple Rain». Cuatro meses después, canceló varios compromisos musicales por prescripción médica, una decisión que vaticinaba lo que sucedería dos años más tarde. Como consecuencia de esa larga y cruel enfermedad, Aretha Franklin falleció con 76 años, el 16 de agosto de 2018, en Detroit (Michigan). Su contribución a poner en valor la música afroamericana, su empeño en luchar contra la segregación racial desde los escenarios de todo el mundo, y su influencia en decenas de cantantes, hacen que su desaparición física haya sido un duro golpe para todos sus admiradores, entre los que nos encontramos.

«…Nunca he grabado una sola canción que no me gustara», esta declaración de Aretha Franklin, queda como epitafio a la gran artista, a la gran mujer y a la gran luchadora contra la segregación racial en los EE.UU, que fue «Lady Soul».  A su memoria, en su honor y en su recuerdo, le dedicamos este mes de septiembre de 2018, el disco del mes de nuestra web.

Dedicado a nuestra socia, amiga y querida Nerea Sanchís Rodríguez. Una mujer que dedica mucho tiempo de su vida, tanto profesional como personalmente, a la lucha contra la desigualdad de género y la violencia machista.

Temas del disco.

Duración de los temas.

Respect. 2,26
Drown in my Own Tears. 4,00
I Never Loved a Man. (The way i Love You). 2,47
Soul Serenade. 2,30
Don’t let me Lose This Dream. 2,22
Baby, baby, baby. 5,16
Dr. Feelgood. (Love is a Serious Business). 3,18
Good Times. 2,05
Do Right Woman – Do Right Man. 3,15
Save Me. 2,20
A Change is Gonna Come. 4,15
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