JAZZ

Disco del Mes-Agosto 2019: «Getz / Gilberto», de João Gilberto & Stan Getz.

«In memoriam de João Gilberto (1931-2019)…..»

En palabras del poeta Vinicius de Moraes, quién escribío la letra de » La chica de Ipanema», o la no menos extraordinaria de «Chega de saudade», la «bossa nova» es…

….una lluvia fina que se escucha a través de la ventana de un modesto hotel…..

….la mujer amada que enciende la luz de la habitación para anunciar su presencia, pero se queda en el umbral….

….una mirada antes de un beso….

350 getz gilbertoAdemás de poesía, la «bossa nova» es una evolución de la samba, casi una reducción intimista a la que se añadieron sofisticados toques jazzísticos. Nacio de la rebeldía de jovenes músicos abiertos al mundo y cansados de dar vueltas siempre sobre el mismo eje de la samba tradicional.

Y en la vanguardia de esa rebeldía se encuentran nombres imprescindibles en la historia de la música como Vinicius de Moraes, Antônio Carlos Jobim, Dorival Caymmi, y por supuesto, el músico a quien le dedicamos el disco recomendado de este mes de Agosto de 2019 en la sección d ejazz de Apoloybaco: João Gilberto.

Brasil perdió el sábado 6 de julio de 2019, a uno de los grandes de la música de todos los tiempos: el compositor y guitarrista João Gilberto. Contaba 88 años de edad, y falleció retirado de los escenarios desde hacía tiempo. Era considerado, junto a otras dos emblemáticas figuras que asombraron y cautivaron al mundo en los años sesenta del Siglo XX: Vinicius de Moraes (1913-1980), y Antônio Carlos Jobim (1927-1994), como uno de los fundadores de la “bossa nova”, un novedoso estilo musical que se desarrollo entre 1957 y 1966 desde Brasil y que se extendió con rapidez y éxito por todo el mundo.

João Gilberto nació el 10 de junio de 1931 en Juazairo, en el nordeste de Brasil, y con su muerte, ese genero musical derivado de la samba brasileira, e influenciado por el jazz, ya no tiene fundadores vivos. Sus discos: «Chega de saudade», un single etidado en julio de 1958  apartir de una composición de Jobim y Moraes, con el que empezó el éxito de ese estilo; «El amor, la sonrisa y la flor», y «João Gilberto», grabados entre 1958 y 1961, dejaron una enorme influencia a todo lo que vino después. La película «Orfeo Negro» de Marcel Camus, con partituras de los mismos protagonistas, presentó al mundo una nueva visión musical de Brasil, y permitio visualziar por primera vez estas melodías.

Aunque de corta duración, la “bossa nova” duró aproximadamente una década, ese estilo musical y ese movimiento cultural de revitalizar la música brasileira, dejó un valioso legado para la historia de la música popular brasileña. João Gilberto, el primer gran protagonista de esos cambios en la música popular de Brasil, y de esos nuevos conceptos musicales, ofreció un nuevo ritmo y un nuevo estilo, y tuvo además, una enorme influencia en otros ámbitos musicales, desde el jazz hasta el rock.

La “bossa nova” no se internacionalizó, y el público no llegó a descubrirla, hasta que el saxofonista estadounidense de jazz, Stan Getz, grabó con João Gilberto, el disco que este mes de Agosto recomendamos en la sección de jazz de Apoloybaco y que responde al título genérico de GET/GILBERTO, una obra maestra imprescindible en cualquier discoteca que se precie con independencia de los gustos musicales de cada uno. Este no fue el primer disco de «bossa nova», ni siquiera el primer disco de «bossa nova» que grabaría Stan Getz. Ni Getz ni João, inventaron este ritmo, ni le posuieron nombre, pero es indudable que fue gracias a este disco cuando la «bossa nova», un estilo todavía muy minoritario, y muy localizado en Río de Janeiro, se convirtió en un fenómeno musical a lo largo y ancho del mundo. A partir de este disco, la “bossa nova” cruzó las fronteras de Brasil y sus ritmos fueron adoptados en todo el mundo. Nacía una música nueva, poderosa, sugerente y bella, y fue su fusión con el jazz, especialmente tras la publicación de este disco que hoy recomendamos, cuando ese mestizaje entre el swing del jazz y la samba brasileira, dio paso a otros grandes artistas que siguieron el camino que emprendieron el saxofonista Stan Getz, y el compositor, guitarrista y cantante, João Gilberto, cuando grabaron este disco en 1963.

No fue casualidad, que la prestigiosa revista estadounidense, especializada en jazz, “Down Beat”, le otorgara la máxima puntuación de la crítica en el año de su lanzamiento: cinco estrellas. Y es que GET/GILBERTO, es uno de esos discos conceptuales que de vez en cuando, cambian el sentido de la música, que abordan caminos nuevos no explorados con anterioridad, que marcan el futuro, y dejan una estela enorme de influencia para generaciones venideras. Hasta el mismísimo Frank Sinatra, asombrado por este nuevo concepto musical, intentó, sin éxito, superar esta grabación con el álbum que grabó junto a Antonio Carlos Jobim, pianista adscrito a este movimiento, y que en el disco que recomendamos, tocó el piano.

Algunos de los temas compuestos y cantados por João Gilberto a lo largo de su carrera, forman parte ya parte de ese patrimonio musical de la humanidad que es la “bossa nova: «Desafinado»; «The Girl From Ipanema», todo un icono musical desde el mismo monte de su publicación y versionada por músicos de todas las tendencias durante el último medio siglo, «Águas de março», «Cosas mas lindas»,»Eu vim da Bahía», «Chega de saudade», «Corcovado»; «Eclipse», «Falsa bahiana», Undiú, Wave, “Tim tim por tim tim”, “Zíngaro”, “É preciso perdoar” o «Samba de Uma Nota Só», son todas obras maestras imperecederas a lo largo del tiempo, que han hecho a João Gilberto inmortal.

joao gilbertoNo fue fácil la carrera musical de João Gilberto. Fracasó estrepitosamente en sus primeros años, y el discó con el que debutó en 1952, pasó completamente desapercibido; el éxito le vino años más tarde, cuando conoció a dos músicos que le cambiaron la vida y su carrera: el compositor y pianista Antônio Carlos Jobim y el poeta Vinicius de Moraes. Ambos pusieron en manos de João Gilberto, los ingredientes necesarios para que, en apenas dos minutos, publicara la canción y el álbum, “Chega de Saudade”, un enorme éxito que representó la irrupción en el mundo de un nuevo modelo musical bautizado como “bossa nova”. Con “Chega de Saudade”, João Gilberto escenificó aquél nuevo estilo musical y demostró que Brasil era mucho más que la Samba. Aquél movimiento musical, llegó además en un contexto social y político muy agitado, en un Brasil que se asomaba a la democracia después de años de dictadura militar, y en un clima de agitación social en los barrios y universidades de Río de Janeiro, ávidas de libertad.

João Gilberto, con ese templado estilo vocal y acompañado de su guitarra, tuvo la habilidad y la calidad necesaria para que esos nuevos conceptos musicales, y su nueva música traspasaran las fronteras de Brasil. Los productores norteamericanos de jazz, a raíz de este disco con Stan Getz, tomaron nota rápidamente y se multiplicaron los encuentros de músicos brasileros con jazzman americanos. Tras Gilberto, Jobim o Moraes, vinieron Laurindo Almeida, Astrud Gilberto, Airto Moreira, Hermeto Pascoal, o Eliane Elías, por citar algunos músicos brasileños que siguieron los paso de João Gilberto. Desde la perspectiva del jazz, fueron numerosos los músicos y cantantes que se sintieron atraídos por este nuevo sonido y por estos nuevos ritmos, y en las discografías de Charlie Byrd, Baden Powel, Lena Horne o Sarah Vaughan, hay muchos testimonios grabados del camino que emprendieron el saxofonista Stan Getz y el guitarrista y cantante João Gilberto con el disco que hoy recomendamos.

La “bossa nova” está considerada hoy en día, una de las principales ramas del llamado “Jazz Latino, o “Latin Jazz”, como también se conoce este movimiento. GETZ/GILBERTO, fue un disco icónico en su fusión con el jazz, y además del reconocimiento de la critica, ganó dos premios Grammy en 1965, el de mejor álbum y el de mejor single, superando en aquella edición, al tercer álbum de estudio de “The Beatles” y su tema «A Hard Day’s Night», y el disco alcanzó el segundo puesto en las listas de éxito de EE.UU. La publicación de este álbum fue sin duda un tremendo impulso en ambas direcciones: para el jazz y para la “bossa nova”.

João Gilberto pasó dieciocho años de su vida fuera de Brasil. Tras su regreso a Río en 1980, su vida pasó a ser un misterio y se llevó años sin subirse a un escenario y sin hacer nuevas grabaciones. Un hecho que no le impidió reaparecer con éxito y seguir alimentando con cuentagotas su colosal figura musical gracias a joyas como “João” (1991) o “João, voz e violão” (2001). Corto de recursos y pleiteando con discográficas y familia, el maestro siguió luchando hasta el final por preservar a su manera aquella pasión que movió al joven Joãozinho y que Caetano Veloso supo sintetizar sin más rodeos: «João es el más grande». João Gilberto, el músico que inventó la Bossa nova, mantuvo su integridad artística hasta el final de sus días. Y en este pequeño rincón de nuestra web, le damos nuestro particular y sencillo homenaje dedicándole el disco del mes de Agosto de 2019.

stan getzToca hablar ahora de nuestro segundo protagonista en este maravilloso disco: el saxofonista estadounidense, Stan Getz (1927-1991), un músico que ya apareció por nuestra web, en el lejano mes de Agosto de 2003, con su disco “Voyage”, y que dieciséis años después, vuelve a este rincón del disco recomendado del mes. Getz fue uno de los cinco saxofonistas tenores de jazz más influyentes de toda la historia; los otro cuatro fueron Coleman Hawkins, Lester Young, Sonny Rollins y John Coltrane. Todos ellos lograron crear, instrumentalmente hablando, idiomas y sonidos nuevos realmente autónomos del resto, y todos ellos, ejercieron, y ejercen todavía, una enorme influencia en los saxofonistas de todos el mundo.

Stan Getz tenía un dominio absoluto de su instrumento, una inspiración creativa extraordinaria, y, sobre todo, tenía un estilo y un sonido propio verdaderamente “revolucionario”. Y algo que le hizo diferente de los demás, fue la capacidad de sacar con su saxo una sonoridad propia, suave, sugerente, cálida y emotiva. Sus primeros trabajos importantes fueron en el seno de la famosa orquesta de Stan kenton, y pco después en la de Woody Herman y su poderosa y legendaria sección de saxos junto con Zoot Sims, Jimmy Giuffre y Herbie Steward; les apodaron “The Four Brothers”, y en esa formación, fundamental en el advenimiento del llamado sonido “cool”, grabó su primera obra maestra en 1948, con un solo histórico en el tema “Early Autumn”. Tan espectacular fue ese tema, que a partir de entonces, a Stan Getz, le apodaron con el sobrenombre de “The Sound”, y decenas de saxofonistas intentaron imitarlo.

A principios de 1952, ficharía con la organización que dirigía el promotor musical Norman Granz, y durante los siguientes veinte años, además de participar por todo el mundo bajo las giras del “Jazz At The Philharmonic”, (JATP), el proyecto estelar de Granz, grabó una serie de discos magníficos para el Sello Verve entre 1952 y 1972; entre ellos el disco que recomendamos en este mes de agosto, junto a João Gilberto, y otras obras maestras, entre las que hay que destacar: “West Coast Jazz” (1955); “The Steamer” (1956); “Focus” (1961); junto a Oscar Peterson y Jay Jay Johnson, ambos en 1957; con Gerry Mulligan (1961); con Bill Evans (1964) o “Captain Marvel” en 1972.

getz gilbertoEn una de sus giras con el JATP , quedó encandilado con el recibimiento que recibió en Escandinavia, y desde entonces alternó su residencia entre Suecia, Dinamarca y EE.UU. Se casó en Estocolmo y cuando regresó a América, en 1961, John Coltrane era el que reinaba en el saxo tenor en la Gran Manzana, y tuvo que relanzar su carrera cuando comprobó que el público neoyorquino, en cierta manera, le había olvidado. Su forma de responder fue grabando ese mismo año su disco “Focus”, probablemente el mejor trabajo de su carrera. Y a partir de ahí empezó a coquetear con los sonidos latinos que dieron origen a su colaboración con João Gilberto en el disco que estamos reseñando, y antes en 1962, Stan Getz ya había grabado el álbum “Jazz Samba” (1962), con Charlie Byrd, —otro gran éxito—, de crítica y público.

Pasada la fiebre de la “bossa nova”, Getz siguió imparable en su carrera firmando algunos discos, ya fuera de Verve, también extraordinarios, donde hay que destacar su trabajo con el pianista Kenny Barron en el álbum “People Time” para el sello “Gitanes” en 1991; el dúo con Jimmy Rowles para el sello CBC titulado “The Peacock” (1975), su concierto en directo en el Club Montmartre de Copenhague grabado para el sello “SteepleChase”, en 1977 y finalmente su último gran trabajo cinco años antes de su fallecimiento, el precioso álbum titulado “Voyage” (1986), grabado para el sello “Black Hawk”. Las grabaciones de Stan Getz en los años ochenta, ya casi al final de su vida, seguían mostrando, pese a su enfermedad, a un músico pletórico, creativo, y en plena posesión de sus facultades musicales. El 6 de junio de 1991, el cáncer de hígado puso fin a la vida de “The Sound”, un músico extraordinario y esencial en la historia del jazz moderno.

Ponemos fin a esta reseña, acordándonos, que con este disco que hoy recomendamos en agosto de 2019, son doscientas las grabaciones de jazz recomendadas en esta web desde sus comienzos allá por octubre de 2001. En octubre próximo, cumpliremos nuestro XVIII aniversario en internet, fieles a la génesis con la que se creo www.apoloybaco.com. Y como solemos decir, lo mejor está por llegar.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Antonio Carlos Jobim. Piano. Sello discográfico: VERVE.
Tommy Williams. Contrabajo.  Fecha de grabación: 18 y 19 de marzo de 1963.
Milton Banana. Percusión. Lugar de grabación: New York.
Astrud Gilberto. Voz. Número de serie: V6-8545
Stan Getz. Saxo tenor. Número de temas: 10
João Gilberto. Guitarra y voz. Calificación: 4*/2
TEMAS DEL DISCO DURACIÓN DEL DISCO
The Girl from Ipanema. 5,23
Doralice. 2,46
P’ra Muchucar. 5,06
Desafinado. 4,05
Corcovado. 4,16
So Danco Samba. 3,36
O Grande Amor. 5,27
Vivo Sonhando. 2,54
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