LITERATURA

Septiembre 2007: «Hoy, Júpiter», de Luis Landero.

Título: Hoy, Júpiter.

Autor: Luis Landero.

«Venía la noche y ellos continuaban allí, cada cual en su sitio y en su cometido,

y aunque los ruidos cesaban por completo en toda la casa, y en el patio y en los traspatios,

el silencio del padre se distinguía del gran silencio general, sin disolverse en él»

 


 

Ya la ciudad vuelve a su cotidianidad, como si no hubiera pasado nada vuelve la gente a las aceras, con una mueca de tristeza en sus rostros, eso sí, pero esperanzadora. Los que no abandonamos la ciudad durante el mes de agosto, ni a su sol incesante, despedimos ese breve silencio urbano del que disfrutamos por unos días y damos la bienvenida a los coches, a las motos, a las carreras matinales, a las cafeteras al unísono, al izar de las persianas que, estrepitosamente, nos anuncian que el verano ya está acabando.

La visita a las librerías es ahora necesaria, casi imprescindible, el reencuentro con las novedades editoriales o con los libros de siempre que esperaban aletargados en los estantes una nueva caricia de nuestras manos… Y así es como llegó Hoy, Júpiter a las mías. Lo vi de lejos, en la tercera mesa de las novedades, y esa espléndida portada con una foto de Sven A. Hagolani -un hombre que ofrece estrechar la mano a su propia sombra- y el hecho de saber que tras cinco años en silencio -como la ciudad estuvo las mañanas de agosto- Luis Landero volvía a escribir, me hicieron presagiar que las musas de los libros me habían reservado un agradable reencuentro.

Y no se equivocaron… Hoy, Júpiter, es un magnífico libro que nos recuerda al Landero de sus comienzos, aquel que asombró al mundo de las letras con su primera obra Juegos de la edad tardía. Hoy, Júpiter es una novela divertida y trágica, oscura y luminosa, ligera, ágil, velocísima. Dual en su historia: una ficción partida en dos donde las vidas de Dámaso Méndez y Tomás Montejo corren paralelas, en principio sin otro parentesco que un fluir subterráneo de temas compartidos. La vida de Dámaso es la historia de un odio, cuyo origen se remonta a la adolescencia, cuando un joven de su edad le arrebató su lugar en el edén familiar y provocó el enfrentamiento y la violenta ruptura con su padre, un hombre deseoso hasta el delirio de redimirse de su propio fracaso vital a través de los éxitos perdurables del hijo. Desde entonces, Dámaso consagra su existencia a servir a esas dos pasiones excluyentes que son el odio y el afán de venganza. Por su parte, Tomás, profesor y escritor, joven solitario dedicado por entero a la pasión de los libros y del conocimiento, conoce un día el amor, y con él el desorden, por el que su vida tomará un rumbo imprevisto y tormentoso. Entre la comicidad y el dramatismo, ambos personajes crean con el barro de esas pasiones sus dioses, sus demonios, sus mundos de papel, y así van construyendo ese yo imaginario que hay en todos nosotros y que es el que con más verdad y hondura nos ilumina y nos define. Hasta que, a través de muy diversas peripecias, los destinos de Dámaso y Tomás se cruzan y se unen para urdir un desenlace compartido.

Ambas historias es narrada en tercera persona por el personaje Tomás Montejo, y una de las cosas importantes a resalta en esta obra es la maestría con la que el autor juega con la forma de la prosa según el punto en el que se encuentre la novela. Así mientras discurre la historia de Dámaso Méndez la prosa es enérgica, latente, excelsa. El mundo de Tomás Montejo es mostrado con una prosa sensible y sutil, algo más delicada, y a partir de la confluencia de ambas historias la prosa sufre una readaptación que la convierte en una prosa más económica, más rápida, incitando a la intriga y al suspense. Luis Landero ha demostrado su gran experiencia como escritor y su calidad, toda ella acompañada de un rico lenguaje literario. Un buen libro, no sé si su mejor libro, pero sin duda es un buen acompañante para estos días donde vuelve todo lo cotidiano, como si no hubiera pasado absolutamente nada.

 

Luis Landero nació en Alburquerque, Badajoz, un veinticinco de marzo de 1948, en el seno de una familia campesina extremeña, que emigró a Madrid a finales de la década de los cincuenta. A los quince años escribía poemas al mismo tiempo trabajaba como mecánico en un taller de coches y chico de recados en una tienda de ultramarinos. Inició y terminó sus estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense. Una vez licenciado dio clases de literatura en el Instituto Calderón de la Barca. En 1995 es contratado como profesor en la Universidad de Yale par impartir un curso de literatura española. Está casado y tiene dos hijos.

Landero es uno de los grandes narradores de la literatura española contemporánea, la aparición de su primera novela Juegos de la edad tardía, publicada en 1989, fue un acontecimiento en el mundo de las letras y recibió una extraordinaria acogida por parte de la crítica y del público. Galardonada con el premio de la Crítica y el Nacional de Literatura, ambos en 1991, Juegos de la edad tardía convirtió a Landero en un nombre fundamental de la narrativa en español y le dio un prestigio que la escasez de su obra no ha mitigado. Otras novelas suyas son: Caballero de fortuna (1994), El mágico aprendiz (1999), El guitarrista (2005) y Hoy, Júpiter (2007).

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