LITERATURA

Mayo de 2011: «Los hilos esparcidos sobre la tierra», de Inmaculada de Pando.

Título: Los hilos esparcidos sobre la tierra.

Autora: Inmaculada de Pando.

 

La guerra pintada

Ya no hay flores gigantes, alegres mariposas,
ni torcidas casas,
ni muñecas con brazos muy largos,
como agujas de reloj en estampida.
Ya no hay caminos como alambres verdes,
ni un sol grande, grande y amarillo, con rayos desiguales.
En tu lápiz de niño
hay aviones, cañones, barcos, tanques,
bombas, soldados,
y también fusilamientos.
Y también maletas, maletas pequeñas
en pequeñas manos.

A pesar de ser su primer poemario editado, esta poeta lleva toda su vida escribiendo, urdiendo en lo más íntimo su estilo, su oficio, su forma de comunicar los sentimientos, su mirada al mundo,… distinta al resto de miradas. Porque Inmaculada de Pando escribe una poesía aplicada a la vida, a toda la vida entera, y a la historia, a toda la historia entera. Escribe una poesía que no deja indiferente, que sensibiliza, que llama a un lugar de nosotros mismos, situado algo más allá de la belleza. Federico García Lorca decía que “ningún hombre verdadero cree esa zarandaja del arte puro”, y yo estoy de acuerdo. No basta sólo el arte por el arte, ni la belleza por la belleza; en la literatura, y en la poesía, es necesario un compromiso, intentar dar una respuesta a las urgencias del momento en el que se vive. Es una necesidad imperante del escritor proclamar sus convicciones a través de su obra, de levantar la voz y ofrecerla a quienes no la tienen, o no pueden tenerla. Todo eso, y aún más, encontraréis en este libro, en estos versos… la voz de quienes ya no tienen, o no tuvieron, palabras, o fuerzas para pronunciarlas, o estaban más preocupados en tener un trozo de pan, o en esconder el miedo.

Los hilos esparcidos sobre la tierra no es un poemario fácil para el lector -ya lo dice el prólogo- como tampoco lo habrá sido para la autora su elaboración, su escritura; el enfrentamiento profundo de la poeta con esas imágenes pasadas que lo fueron urdiendo. Unamuno dijo que “en época románticas o de crisis de un orden, la política ocupa el primer plano de la vida”. Estos días que vivimos parecen darle algo de razón a sus pensamientos. Todos observamos absortos el comportamiento de nuestros políticos –de cualquier color y de cualquier parte del mundo- y cómo toman medidas y decisiones alegremente, ya sean en nombre de la paz, del dinero, o de la guerra, pero… ¿dónde queda todo lo humano? ¿cómo sigue adelante la esencia de la vida? ¿quién recogerá aquellos hilos que queden esparcidos sobre la tierra?…

Probablemente lo hará la poesía, el poeta, la poeta.

 

 

Inmaculada de Pando nació en Sevilla en 1973. Es licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla. La Literatura y la Historia son sus dos grandes pasiones. Ha sido ganadora diversos concursos literarios; fruto de uno de ellos es la publicación de la obra Retazos, Re-cuerdos en el año 2002.

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