VINOS

Vino del mes: Febrero 2017

Hacia tiempo que quería recomendar un vino de las Islas Baleares y ahora he encontrado la ocasión para ello, ya que días atrás tuve la suerte de catar uno de sus vinos en un encuentro enogastronómico entre amigos y amantes del vino.

En las Islas Baleares existe una superficie total de viñedo de cerca de 1.200 hectáreas, mas del 60% de las mismas corresponden a las dos denominaciones de origen existentes en la actualidad, aunque también cuenta con otras zonas vinícolas con la denominación protegida de Vinoss de la Tierra como los de Formentera, Ibiza y Menorca.

De clima Mediterráneo y unas excelentes condiciones edafológicas, factores que favorecen el cultivo de la vid, sobre todo de sus variedades autóctonas como Manto Negro, Callet y Fogoneu en las tintas y la Moll o Prensal Blanc en blancas, sin que ello signifique que no se asienten otras viníferas como la tempranillo, cabernet sauvignon, monastrell, la macabeo y la parellada, entre otras. 

Y aunque, como ya hemos dicho, en Baleares existen dos denominaciones de origen vinícolas (Binissalem y Plà i Llevant) las dos en Mallorca, la bodega que elabora el vino que recomendamos este mes de febrero se encuentra fuera de estas denominaciones de origen y lo elabora como Vino de la Tierra Mallorca.

ÀN/2. 2014; Es un vino tinto con crianza, es un coupage de variedades autóctonas de la isla (Callet 65%, Mantonegre y Fagoneu 20%), y de la Syrah 15%. El viñedo se encuentra en el sureste de la isla y se cultiva en vaso. La vendimia se realiza en cajas de 10 Kg. doble selección de la uva, manual y óptica. Fermentación en depósitos de acero inoxidable y de cemento a temperaturas controladas. Maceración de 15-20 días. Maloláctica en depósitos de cemento. Anima Negra ÀN/2 2014 ha envejecido en barrica de roble durante unos 13 meses, 70% francés y 30% americano. El 35% de las barricas son nuevas y el 65% restante, con un máximo de tres Vinos.

La variedad Callet, es muy escasa, uva autóctona de Mallorca considerada rústica. Es típica de las denominaciones Binissalem y Plà i Llevant, aunque, desde hace poco tiempo, está en el candelero por la utilización de cepas muy antiguas y de bajísimos rendimientos ubicadas en los alrededores de Felanitx. Jóvenes viticultores comenzaron a seleccionar viñas de más de 80 años que llegan a rendir sólo 300 gramos por planta, resultando vinos de mayor grado alcohólico y más coloreados de lo que venía siendo habitual. La variedad Fogonet, se cultiva en Mallorca, de donde es autóctona, es una variedad poco conocida y es mayoritaria en la comarca de Felanitx y reconocida también en la D.O. Pla i Llevant. Posee ciertas semejanzas con la francesa Gamay,  y muy cercana a la Pinot Noir. También se la conoce como Fogonet y Fogonetxo. Otra de la uvas autóctona de la Isla es Manto negro, cepa de porte erguido y grano grande. Rica en azúcares y aromas, da lugar a vinos ligeros y muy equilibrados, con buenos resultados tras una breve crianza en madera y botella, complementándose con otras variedades.

ÀN/2. 2014; Es un tinto de marcada personalidad, de perfil frutal y mediterráneo, no tan profundo como su hermano mayor (Ánima Negra) pero igualmente seductor. Muestra un color rojo guinda oscuro pero de media capa, sin una gran concentración, muy limpio y brillante. En nariz sorprende su amplio abanico de aromas, se muestra muy abierto y accesible, aromas de fruta madura fresca, notas dulces y balsámicas y un fondo mineral arropado por un suave perfume de notas ahumadas y notas lácticas. En boca, es seco con un suave amargor que hace que el vino persista en el recuerdo. Es intenso, equilibrado y de trago fácil, junto con su buena acidez, ofrecen una deliciosa y refrescante sensación. Envolvente y elegante, jugoso y redondo. En el postgusto, unos ligeros tostados y unas notas de montebajo. Para ser consumido preferentemente entre 2017 y 2021.  

El proyecto de Ánima Negra -que comparten el enólogo Francesc Grimalt y sus socios Miguel Ángel Cerdà y Pere Obrador- ha sido uno de los que más expectativas han deparado al viñedo mallorquín desde la fundación de la bodega, en 1994. 

La bodega Ànima Negra es una de las grandes impulsoras de la renovación de los vinos mallorquines. Fuera del paraguas proteccionista de una Denominación de Origen por decisión propia, y bajo una filosofía también propia de entender el vino y la viticultura, sus vinos ofrecen el sello de identidad de la zona donde nacen.

La unión de un clima, de una tierra y de unas variedades autóctonas únicas, como la tinta Callet, exclusiva variedad mallorquina, son las señas de identidad de Ànima Negra y configuran la particular personalidad de todos sus vinos.

 

 

 

 

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