Apoloybaco, en la cata exclusiva de los Finos Palmas, de González Byass.

Por tercer año consecutivo, la prestigiosa bodega González Byass presenta su exclusiva colección de los Finos Palmas. Cuatro vinos extraidos de las soleras especiales de Tío Pepe, que han sido seleccionados bota a bota, en esta tercera edición con la colaboración de Sarah Jane Evans MW, vicepresidenta del Institute of Masters of Wine en el Reino Unido es una autoridad en el mundo del vino europeo, autora de numerosos manuales, así como una de las firmas habituales en la revista inglesa Decanter, catadora experta con una especial sensibilidad y amplios conocimientos del vino fino.

Finos Palmas, sin duda, un resultado de los 178 años de experiencia de González Byass que, además, cuenta con uno de los primeros centros de investigación privados de España, el CIDIMA.

 

La presentación se realizó en un formato acorde con los tiempos: Una cata simultanea en Sevilla, Jerez, Madrid, Barcelona y Londres retrasmitida por video conferencia. En Sevilla se celebró en la Escuela de Hostelería y fue dirigida desde Londres por Antonio Flores, enólogo y master blender de los vinos de Jerez de González Byass.
Las Palmas son denominaciones que se aplican a aquellos vinos finos de Jerez que se distinguen notablemente por su limpieza, finura y delicadeza en el aroma, y el número de palmas es proporcional a su grado de vejez”. Esta tipología de vinos, prácticamente en desuso y que González Byass ha recuperado en la Colección de Cuatro Palmas, que se ha presentado en esta exclusiva cata y a la que Apoloybaco tuvo el honor y el placer de asistir.
También estuvieron presentes nuestros amigos y socios Charo Barrios y Antonio Vizcaíno, que cuentan con un reconocido blog gastronómico «Come en Casa». Las Palmas denotan elegancia, carácter y la perfecta madurez de Tío Pepe. Fino Una Palma; 6 años de crianza biológica, la solera esta compuesta por 142 botas y las seleccionadas han sido la nº 1, 9 y la nº 11. Fino dos Palmas: 8 años en contacto con la «flor», selección de dos botas, la nº 7 y la 26 de una solera de 150 botas.
Fino Tres Palmas; tras 10 años de envejecimiento, son ya solo algunas botas que mantienen trazos de levadura, una única bota ha sido seleccionada, la nº 30 de entre 150 botas que componen esta solera. Cuatro Palmas; este amontillado muy viejo supone la evolución del Tío Pepe hasta el summum. Selección de una sola bota la nº 3 de seis botas que envejecen desde hace 48 años. La siempre caprichosa naturaleza hace evolucionar de manera dispar a las botas en la quietud de las bodegas, una bota en cuarta, tres en segunda o una en «punta». Intuición, sabiduría, nariz, tiempo, trabajo, tiza, venencia y por fin la magia de estos «enoarqueológicos» vinos, con los que todos los asistentes pudimos deleitarnos y ascender al séptimo cielo.
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