Apoloybaco, visita las instalaciones de la cervecera Heineken-Cruzcampo en Sevilla.

Corría el año 1904, cuando el día 22 de diciembre, salió al mercado la primera cerveza Cruzcampo, procedente de una fábrica de cervezas situada en las afueras de la ciudad, «La Cruz del Campo», fundada en ese mismo año por los hermanos Tomás y Roberto Osborne Guezala, desde ese día la Cruzcampo ha sido considerada por los sevillanos como parte de su patrimonio.

Han pasado 110 años, la fábrica pasó por ampliaciones, remodelaciones y todos los avatares típicos de una empresa que crecía y evolucionaba con los tiempos, también cambió de dueños, y en actualidad de ubicación, pero la marca Cruzcampo sigue teniendo un hueco en el corazón de los sevillanos.

Con esa ilusión de conocer más de algo tan nuestro, un grupo de socios de Apoloybaco visitó en 2014, las instalaciones de Heineken, cerca de la barriada de Torreblanca.

La visita se inició en la puerta de la antigua fábrica, hoy oficinas centrales, sede de la fundación Cruzcampo y Escuela de Hostelería, desde donde un autobús lleva a los visitantes al edificio de relaciones publicas ya en la nueva fábrica.

 

Llegada del autobús con los socios de Apoloybaco a las nuevas instalaciones: Ctra. Torreblanca – Mairena del Alcor, 3,3km. Allí nos recibió Ana María Buzón, la cicerone que nos acompaña por las modernísimas instalaciones, que son las mas productivas de Europa, y ocupan 67 hectáreas.
Unas palabras de bienvenida por parte de Ana María Buzón y la proyección de un video que nos introduce en la historia y el presente de Heineken y Cruzcampo. La fábrica no es un edificio compacto, sino un complejo de edificios entre calles ajardinadas con nombres de las principales marcas de Heineken.
Los aledaños de la fábrica están pensados para todo un parque empresarial de empresas relacionadas con la cerveza (latas, tapones, etiquetas, empaquetado, etc). Antonio Vázquez, presidente de la Asociación Apoloybaco, junto a otros miembros de la junta directiva.
Cruzamos la “Plaza de la Malta” y pasamos a la zona de recepción de materias primas y a los silos correspondientes, por donde pasan 72.000 toneladas de malta al año. Una malta que procede de la maltería de Intermalta, situada en unas instalaciones anejas a las de Heineken.
En la “sala” de cocimiento, un gran espacio diáfano y luminoso, con las paredes de cristal y un suelo del que brotan la dos líneas de calderas (mezcla, adjuntos, filtrado, ebullición). Por estas calderas transitan diariamente 2.000.000 de litros de mosto cervecero de las distintas marcas aquí producidas.
Continuando el recorrido por el edificio llegamos al cerebro de la fábrica, la “sala de control”, al igual que en la cabina de control de un buque, desde aquí se controlan todos, ya que la automatización es del 100%, los sistemas necesarios para los procesos de la producción de cerveza, desde la molienda de materias primas hasta la salida de la cerveza terminada para el envasado. A continuación pasamos a la zona de enfriado, filtrado y donde se añaden las levaduras propias de cada cerveza producida. Al entrar en el siguiente edificio, notamos el descenso de temperatura, en esta fabrica no veremos desde lejos esos enormes “depósitos” típicos de toda cervecera, ya que están situados en el interior de este edificio, consiguiendo un considerable ahorro energético.
Esos depósitos son los tanques de fermentación y de guarda, en los primeros después de 7 a 14 días, dependiendo de cada marca, la levaduras fermentaran el mosto cervecero, produciendo Co2 y alcohol y tras un nuevo filtrado, las cervezas pasan a los tanques de guarda donde reposarán de 10 a 28 días hasta conseguir cada una sus características propias. A través de una pasarela elevada por encima de la “Avenida Cruzcampo” entramos en el área de envasado, aquí existen varias líneas con unas capacidades de llenado sorprendentes, la línea de barriles alcanza 24.000 barriles al día, se llenan 50.000 botellas a la hora de las no retornables, la cifra de las retornables es de 80.000 por hora y además 90.000 latas cada hora.
Retornamos al edificio de RR.PP, donde pasamos a degustar una parte de los 5.000.000 de hectolitros de las distintas cervezas que produce al año. Estas cervezas son Cruzcampo, Heineken, Amstel, Cruzcampo Gran Reserva, Cruzcampo Sin, Shandy y próximamente se producirá Desperados.
En el edificio de RR.PP. los socios de Apoloybaco, degustaron las cervezas anteriormente mencionadas y la “Cruzcampo fresca o Recién hecha” degustaron un refrigerio. Y algunos se aventuraron con otras cervezas distribuidas por Heineken, como Judas, Paulaner o Affligen en sus distintas variedades, Newcastle o Legado de Yuste.
Sin duda, una visita muy agradable y sobre todo ilustrativa sobre una de las bebidas que mas se consumen en Sevilla: La Cruzcampo. En nombre de la asociación Apoloybaco, queremos agradecer a Heineken el trato que nos han dispensado en esta excelente visita.
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