GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Arahal.

350 Arahal mapa 350 arahal
 Nombre Domicilio
Bodega La Mazaroca.  Calle Óleo, 42.
Restaurante Montemayor.  Polg Ind. La Vega. Avd Vorgen Montemayor, 10.
Bar La Tórtola.  Calle Óleo, 7.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

El topónimo Arahal parece derivarse del árabe Ar-rahal, y es un término referido al lugar del camino donde parar a descansar, el espacio donde se guarda el ganado. Este nombre genérico, tras la conquista cristiana, aparece ya documentado como topónimo, y poco después este lugar así conocido es donado por Sancho IV a la orden de Alcántara, como parte del término de Morón en 1285. La población se halla situada sobre una suave colina en forma de meseta en cuya cima, de extensa planicie, se asienta el casco histórico, aunque el pueblo actual se expande por las laderas y vaguadas del entorno. El suelo es arcilloso con zonas de concreción calcárea y en su término se pueden encontrar las tierras más productivas de la zona, tanto en la producción de cereales, girasol, algodón y aceituna de mesa. Actualmente tiene alrededor de 20.000 habitantes que se dedican de forma equilibrada a los tres sectores básicos de la producción.

En el siglo XV debió ser ya un lugar de relativa importancia cuando pasa con Morón a manos del Marqués de Villena, valido de Enrique IV y poco tiempo después, en 1477, a la casa de los Téllez Girón, condes de Ureña y señores de Osuna. Este episodio viene a ser un acto más del proceso de señorialización de Andalucía a fines de la Edad Media, tras el cual buena parte de la región occidental pasará a manos de la alta nobleza. Desde entonces y hasta el siglo XIX la villa formará parte del Estado de Osuna. La concesión por parte de Carlos V del estatus de villa en 1554, con término y concejo independiente de Morón, supuso para este pueblo su carta de naturaleza. Pero los privilegios que le concedió el monarca sobre los nombramientos de los regidores municipales no fueron bien vistos por la casa ducal, produciéndose a partir de este momento multitud de pleitos encaminados a sustraerse del poder señorial, en el nombramiento de los miembros del concejo.

El arraigado sentido de la autonomía municipal, ligado a sus orígenes, le llevó a la compra de nuevos privilegios en tiempos de Felipe IV. El siglo XVIII es también otro momento de expansión, tal como lo atestigua el urbanismo y los datos de población que, en 1787, debían ser unos 7000 habitantes, según calculaba el ilustrado Gutiérrez Bravo en su descripción de la villa. Efectivamente tanto el número de calles ocupadas como los edificios conservados de finales del siglo XVIII, responden tanto a dicho aumento de la población, como al auge económico producido por la mejora de las rentas agrarias. El siglo XIX, como en el resto de Andalucía, producirá en Arahal una sucesión rápida de cambios políticos y un empeoramiento paulatino de las condiciones de vida de los jornaleros. Además de ser lugar de parada y fonda de numerosos viajeros románticos que vienen a Andalucía buscando costumbres “primitivas” y exotismo oriental.

El carácter luchador de la villa, no se apaga y podría rastrearse en otros momentos de su historia, haciendo protagonista al pueblo de diversos procesos revolucionarios frente a la desacreditada monarquía, como los de 1857 y 1868, en donde se produjeron las primeras acciones que se consideran iniciales del republicanismo y del movimiento obrero en la Campiña. La magnífica ubicación geográfica, la proximidad a Sevilla, mejorada tras la construcción de la autovía del 92, y el espíritu inquieto y emprendedor de la población ha permitido un desarrollo muy rápido, una dinamización económica evidente en los últimos años. Igualmente la protección del patrimonio ha mejorado a raíz de la declaración de conjunto histórico en 1979, y de su ampliación y nueva delimitación con la declaración de Bien de Interés Cultural en 2003.

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