GASTRONOMÍA

Septiembre 2013: Café Royalty. (Cádiz).

CAFÉ ROYALTY (CÁDIZ)

Plaza de la Candelaria S/N, esquina Obispo Urquinaona. 11005 Cádiz – España

Tfno. 956 078 065

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente.

 

El doce le sienta bien a Cádiz. En la conmemoración del bicentenario de la primera Constitución Española abrió sus puertas el único gran café romántico histórico conservado en Andalucía y posiblemente en toda España. Este establecimiento es el heredero de uno que festejando el centenario de Las Cortes de Cádiz de 1812, el empresario gaditano Gómez Doreé abre sus puertas en 1912.

Gracias a su suntuosa decoración, exquisitos productos, su servicio esmerado y conciertos todas las noches, se convierte rápidamente en el café más visitado de la ciudad. Literatos, intelectuales, políticos, músicos y artistas hacen del café un espacio con un ambiente variopinto y único. A él acuden figuras internacionales tan ilustres como el gran compositor gaditano Manuel de Falla, quien deleito al público con sus conciertos.

En los años treinta, en vísperas de la Guerra Civil española, Café Royalty decide cerrar sus puertas. Ya en la postguerra de los años cuarenta, se convierte en almacén y poco después en un bazar, comenzando su decadencia y quedando en el olvido durante las siguientes siete décadas

En el año 2008, la familia de la Serna Martín compra el establecimiento y deciden restaurarlo. Después de una meticulosa investigación, reúne a un grupo de artistas y restauradores, que emplean las mismas técnicas y materiales que se usaban a principios del siglo XX. Llevan a cabo un largo proceso de restauración, siendo siempre fieles a la Historia y cuidando hasta el último detalle la decoración original de 1912.

Hace tres meses deciden también poner en marcha un restaurante con una vocación de alta calidad complementando los servicios de tapas y café con el que iniciaron la actividad. De esta calidad es de la que pudimos disfrutar en nuestra visita en este ventoso agosto.

Lo primero que llama la atención es la asombrosa decoración del local. Sus ricas pinturas de artistas de renombre como Felipe Abarzuza (el mismo que realizó las pinturas del Teatro Falla), su exquisita carpintería artesanal y escayolas originales recubiertas de pan de oro fino, junto al mobiliario de las primeras décadas del siglo XX.

Fuimos atendidos de manera exquisita y posteriormente descubrimos el porqué. Al frente de la sala se encontraba Jose Fco. Chulián, que además de desempeñar sus labores de maître en el restaurante, es el jefe del departamento de Servicio de Restaurante-Bar de la Escuela de Hostelería de Cádiz. Y se notaba en la forma de instruir al personal, siempre atento, amable y servicial.

Ante una esplendida carta nos decantamos por escoger el menú ofertado por considerarlo bastante bien presentado y adecuado en su precio.

Este estaba compuesto por unos entrantes consistentes en Pastel de Cabracho de la Casa y unas croquetas caseras de jamón, ambos platos puestos al centro para ser compartidos. En el primer plato unos comensales se decantaron por un Gazpacho Andaluz con Langostino y Guarnición, y el que escribe por una bien presentada Ensalada Templada de Vieiras, Verduritas y Setas al Aroma de Trufa.

Como segundo plato se ofertaba un Solomillo de Retinto a la Plancha con Pastel de Patata y Milhoja de Verduras, aunque ninguno de los comensales nos inclinamos por el, apostando por el Lomo de Pargo con risotto de puntillitas en Salsa Verde con Langostinos. Magnifica elección para la cena.

Como postre el menú ofrecía un “Puding Royalty con Helado de Chocolate Caramelizado con Crema Tostada y Frutas del Bosque”. Según nos comunicaron se había agotado, ofreciéndonos un plato de fruta variada, cosa que siendo cena lo agradecimos. El plato de fruta era generoso según pueden comprobar en las fotos.

Apostamos acompañar esta cena con vino de blanco de la tierra, tomando unas copas de Castillo de San Diego.

La cena estuvo amenizada por un dúo musical que en su primera parte interpretaron sintonías de jazz y en su segunda parte versionaron bandas originales de famosas películas a requerimiento de los clientes. Esto contribuyó a crear un ambiente mas agradable aún si cabía.

En la sobremesa pudimos departir con el ya citado Jose Fco. Chulián y con Cayetano de la Serna, propietario del local con los que pudimos intercambiar opiniones y conocimos con un poco mas de profundidad el proyecto puesto en marcha y sus ilusiones.

No nos queda mas que recomendar que si se visita Cádiz no se deje de pasar por este deslumbrante Café Royalty, donde además del restaurante también se pueden tomar tapas o disfrutar de una exquisita pastelería.

 

Comparte