Los estudios y el trabajo como percusionista clásico y su desarrollo como baterista de jazz y de música popular latina –especialmente la del Brasil-, hacen que Carlos Cortés sea reconocido en Chile como un intérprete de carácter. Esta particularidad redunda en el hecho de que aparte de ser un muy buen lector y de que técnicamente posee una reconocida solidez, Cortés es un músico que se destaca por lo que sus colegas denominan onda, es decir, lenguaje, intuición musical y la oportuna iniciativa que ambas características permiten, lo cual es siempre un fructuoso aporte a cualquier ensamble. Pero no sólo en las baquetas, plumillas y masas ha estado imbuido Carlos Cortés, ya que sus estudios de piano y composición en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, lo tienen hoy de cabeza componiendo para su actual desempeño en el ensamble «Gonzalo Palma Trío».
En su trayectoria como percusionista formó parte del grupo «Renacer», de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Santiago, de la Orquesta de Cámara de Santiago, y de la Ópera Toska y Carmina Burana con la Orquesta Filarmónica de Chile. Fue monitor en la Escuela de Samba Kawin donde trabajó junto a Joe Vasconcellos, así como también fue Director del Grupo de Percusión Brasilera Nurubumbá y Monitor de Batucada del Centro Juvenil y Cultural San Gregorio.
Frente a la batería, ha integrado el grupo «Pluma Azul», el ensamble jazzístico de fusión «Pedro Band» con Pedro Villagra, el quinteto del guitarrista Jorge Díaz y el cuarteto de jazz fusión del guitarrista Nicolás Vera. Fue Primer Repique del Tercer Carnaval de Santiago con la Escuela de Samba Kawin, y ha participado en el lanzamiento del disco «Cero» de Christian Gálvez Quinteto, en el Festival de Jazz de Valdivia 2002 con Nicolás Vera, en el Festival de Jazz de Concepción 2002 con Cristián Cuturrufo Quinteto, y en el Festival de Jazz de Ñunoa 2002 con Jorge Díaz Sexteto.
Como integrante estable de los proyectos jazzísticos del trompetista Cristián Cuturrufo, Carlos Cortés fichó en la gira «Chile Jazz» de este ensamble, realizada en Inglaterra y cuyo testimonio musical quedó estampado en el disco «Chile Jazz, Perdidos en Londres» con Cuturrufo a la cabeza. Su ingreso en el ensamble de jazz moderno del pianista Gonzalo Palma, es un desafio importante en su carrera.