LITERATURA

Alberto Lista.

 

 

Alberto Lista y Aragón

Nació en Sevilla el día 15 de octubre de 1775, en el popular barrio de Triana, y fue bautizado en la Iglesia de Santa Ana, delante de la Virgen de la Victoria, frente a la cual, dicen, se postró a orar Juan Sebastián Elcano, tras volver de su primera vuelta al mundo.

Fue religioso, político, profesor y poeta, y ocupa, sin duda alguna, un lugar central en el círculo de ilustrados prerrománticos sevillanos. De formación neoclásico, su carrera docente e intelectual fue impresionante. A los trece años ocupó la Cátedra de Matemáticas en la Sociedad Económica de Amigos del País. En 1789 es ya bachiller de filosofía, y en 1795 de teología, en Sevilla. En 1798 ocupó la cátedra de Matemáticas en el colegio de San Diego de Sevilla; a la entrada de los franceses en su ciudad natal en 1808, tenía a su cargo la cátedra de Retórica y Poética en la Universidad de dicha ciudad, a la que tuvo que abandonar al mismo tiempo que los franceses en 1813 por haber abrazado la causa de los invasores. Como clérigo fue canónigo de la catedral de Sevilla y profesor del Real colegio de San Telmo.

 

Placa de la fundación
del Instituto San Isidoro de Sevilla

 

El carácter humanista de su formación desde los primeros años de su juventud, llevó a Alberto Lista a ser miembro de varias de las numerosas academias que existieron en la Sevilla de su tiempo, donde se prestaba especial atención a los estudios de las humanidades (Lengua y Literatura, Geografía e Historia, Lengua Extranjera, etc…)

Más tarde, en Madrid, tras su vuelta a España en 1817, fundó la revista El Censor, fue conferenciante del Ateneo de dicha ciudad y, además de colaborar con los periódicos de la época, en 1820 fundó el Colegio Libre de San Mateo en el que desempeñó tres asignaturas, pero el Gobierno, pretextando que allí se enseñaban y profanaban doctrinas contrarias al orden y a la Religión, ordenó cerrar el colegio y obligó al doctor literato a expatriarse. Publicó entonces en Bayona la Gaceta de Bayona.

A su nuevo regreso a España en 1833 aceptó el cargo de director de la Gaceta de Madrid. Más tarde se le ofreció el obispado de Astorga, que no aceptó. Los últimos diez años de su vida los pasó en Andalucía, primero como profesor en el colegio de San Felipe Neri, en Cádiz y después en Sevilla como director de la Academia de Buenas Letras y profesor de su Universidad, hasta acabar sus días en el año 1848.

 

Universidad de Sevilla

 

En su labor como docente, defendió siempre la necesidad de cuidar el equilibrio natural del individuo en relación con las leyes de la naturaleza, destacó la importancia que tiene en el alumno el conocimiento de su entorno, su mundo real, antes de introducirlo en el conocimiento del mundo ideal. Entre sus alumnos, que fueron muchos, -«Discípula suya es casi toda la juventud del día», afirmaba de él Larra-, podemos destacar a figuras como Gustavo Adolfo Bécquer o José Espronceda, en los que tuvo gran influencia.

La obra de Alberto Lista, se puede definir como la pervivencia de la mejor tradición literaria de la poesía española del siglo XIX, de Herrera a Menéndez Valdés. Con un talento superior compuso poesías y obras de crítica muy estimadas. Entre ellas destaca: Canto del esposo; feliz imitación del Cantar de los Cantares; A la victoria de Bailén, oda; El desgraciado, himno; La vida humana, oda; sus Ensayos críticos y sus Discursos, que serán siempre unos de los más destacados modelos de crítica. Escribió además un Tratado de Matemáticas puras y aplicadas y Lecciones de literatura española.

 

 

 

A ELISA

En vano, Elisa, describir intento
el dulce afecto que tu nombre inspira;
y aunque Apolo me dé su acorde lira,
lo que pienso diré, no lo que siento.
Puede pintarse el invisible viento,
la veloz llama que ante el trueno gira,
del cielo el esplendor, del mar la ira;
mas no alcanza al amor pincel ni acento.
De la amistad la plácida sonrisa,
y el puro fuego, que en las almas prende,
ni al labio, ni a la cítara confío.
Mas podrás conocerlo, bella Elisa,
si ese tu hermoso corazón entiende
la muda voz que le dirige el mío.

Alberto Lista

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